Telefónica ha estrenado plan estratégico con relativo éxito, ganando 532 millones de euros hasta marzo, un 78,9% más que un año antes. Ahora bien, la clave no estuvo tanto en el negocio como en el apunte contable ‘Participación en resultados de inversiones puestas en equivalencia’ que, entre otras cosas, incluye la mejora de la valoración de la filial en Reino Unido, Virgin O2. Como decimos, este apunte contable ha supuesto 45 millones frente a los 188 millones de euros negativos de marzo de 2023.

El negocio, en cualquier caso, ha seguido avanzando, con unos ingresos de 10.140 millones, un 0,9% superiores a los del año anterior. España fue la que más aportó, 3.118 millones (+1%), seguida de Brasil, que disparó la facturación un 10,4%, hasta los 2.520 millones. Por su parte, los ingresos de Telefónica Deutschland cayeron un leve 0,1%, hasta los 2.098 millones, mientras que los de Telefónica Hispam lo hicieron con más fuerza, un 8,2%, hasta los 2.054 millones.

Así las cosas, el Ebitda del grupo creció un 1,9% y alcanzó los 3.205 millones, por el impulso, otra vez, de Brasil, que cerró el primer trimestre con un Ebtida de 1.022 millones de euros, un 10,7% superior al de un año antes, el mantenimiento en España, donde apenas creció un 0,2%, hasta los 1.118 millones, y la mejoría de Alemania, donde aumentó un 5%, hasta los 653 millones. Telefónica Hispam, sin embargo, cerró con un Ebitda de 367 millones, un 14,9% menor que el de marzo de 2023.

Y todo esto tras aumentar la deuda un 7,7%, hasta los 28.482 millones de euros, por la opa de exclusión sobre la filial alemana, de la que ya posee el 96,8% del capital. Tranquilos, este repunte de la deuda no debería preocupar, ya que el apalancamiento continúa en niveles muy aceptables (2,7 veces el ebitda, frente al anterior 2,6 veces).

La mejor noticia, en cualquier caso, es la firma de un preacuerdo con Digi para seguir utilizando su red móvil, un contrato mayorista muy importante para la teleco que preside José María Álvarez-Pallete y por el que también pujan Masorange y Vodafone.

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En definitiva, el negocio avanza y los cambios en el consejo de administración, también. Tras la incorporación de Carlos Ocaña -miércoles 8-, que entrará en representación de Sánchez -perdón, de la SEPI- el ministro para la Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, afirmó este jueves que la SEPI podría pedir un segundo consejero cuando su participación, actualmente del 7%, llegue al 10% del capital. Cuando llegue ese momento, el consejo de Telefónica contará con tres socialistas: el citado Ocaña, el otro que nombre la SEPI y el histórico Javier de Paz, ahora en calidad de externo tras agotar los plazos como independiente.

Y todo esto con los árabes de STC al acecho, con un 4,5% de la operadora en acciones y otro 5% en derivados. En cuanto puedan y el Gobierno les de permiso, convertirán esos derivados y solicitarán su sillón en el Consejo. Un consejo que, tras el nombramiento de Ocaña, que supuso la salida de Carmen García de Andrés, ya no cuenta con el 40% de mujeres. Todavía estamos esperando las críticas del PSOE y Sumar, tan sensibles en este asunto.

Por cierto, el consejero, desde hace 16 años, Javier de Paz, no se entiende con el recién incorporado, Carlos Ocaña, ambos hombres próximos a Zapatero.