Sr. Director:
Con respecto a Halloween, la Conferencia Episcopal Española recomendó el pasado año que los niños descubran en la fiesta de Todos los Santos "el valor de la vida y no fomentar el terror y la muerte" y sugirieron a los padres "encauzar la celebración hacia lo bueno".

Y es que Halloween, costumbre de origen pagano importada de Estados Unidos, "no es inocente, pues tiene un trasfondo de ocultismo y de otros tipos de corrientes que dejan su huella de anticristianismo".

En el mismo, Halloween, se insta a los niños a que se diviertan como en otras fiestas: "Se disfrazan de brujas, vampiros, fantasmas, con máscaras de cadáveres, esqueletos, etc.".

Es una incoherencia de algunos padres al favorecer este tipo de fiesta y que jueguen con elementos de muerte, pero ellos mismos son los que, cuando muere un familiar, los apartan para que no vean al familiar muerto. Sin duda que en este caso la pedagogía se resiente por falta de lógica.

En el Evangelio para esta festividad (1 de Noviembre) se lee el texto del sermón de las Bienaventuranzas (el Sermón del Monte) que corresponde con el programa de vida presentado por Jesús a todos los que le quieren seguir y comprometen su vida por el Evangelio. Este es el verdadero sentido de la vida y de la muerte, no engañemos a los niños y permitamos que estos descubran en la fiesta de Todos los Santos el valor de la vida.

Jesús D Mez Madrid

je.do.madrid@gmail.com