Sr. Director:

Cualquier país que se precie de tal debe tener una política y una estrategia sobre la inmigración, pero lo que esta sucediendo en España es, como se dice ahora, una pasada. Los flujos que estamos recibiendo, como si el país pudiera aguantar todo esta marea de gente, va a provocar a medio y largo plazo una situaciones muy tensas y con conflictos variopintos, se acentuarán las fobias y los rechazos a sectores de la inmigración, más por los efectos que por otra cosa.

La situación es escalofriante, el efecto llamada tiene un eco que llega a todo el mundo, y lo estamos viendo cada día. Hablamos de pateras, de cayucos pero nos olvidamos que, por el norte entran cada día entre 3 y 6 autobuses. La pregunta es sencilla, ¿puede el país absorber a toda esta gente? Está claro que la respuesta es NO. Ni siquiera Alemania en sus mejores tiempos pudo hacerlo. Eso sí, había un control riguroso.

Pero el Gobierno español, ha salido con la voz de to el mundo pacá que esto es jauja y encima te dan pasta.

El descontrol está haciendo, como no podía ser de otra manera, que las mafias, los delincuentes y malhechores de toda calaña estén llenando las ciudades de España.

Y cuando un gobierno actúa sin política, sin estrategia y sin medios, podemos decir, sencillamente que está loco y es un irresponsable.

Jesús Rojo

jropa@telefonica.net