Sr. Director:

A pesar del apoyo entusiasta de la Generalitat, el I Salón del sexo en catalán ha acabado siendo un sonoro fracaso. Al certamen, nacido para promover la "identidad sexual propia de Cataluña" (que debe ser diferente de la identidad sexual del resto de España), sólo han asistido 5.400 personas, cuando esperaban, como mínimo, el doble.

Parece que la gente ya comienza a estar cansada de tanta campaña nacionalista por buscar la diferencia y de tanta obsesión lingüística: nos controlan si utilizamos el catalán en las escuelas, en los hospitales, en las universidades, en los restaurantes, en los  comercios,... Por favor, por lo menos en la cama que nos dejen tranquilos.

José Gutiérrez

jose.cuentamail@gmail.com