La norteamericana vale diez veces más que Repsol. El gigante norteamericano tiene liquidez sobrada para la operación, aunque podría encontrarse con problemas políticos, por no ser una empresa europea. Los problemas se acumulan sobre la mesa de Antonio Brufau, en Estados Unidos, en España, en Bolivia. El presidente de la petrolera insiste en no introducir a la compañía en la OPA de GN sobre Endesa. En Repsol están convencidos de que E.ON retirará su oferta ante el veto político. Por otra parte, Villepin pide a Zapatero que Total también puje por Repsol
Ya es un hecho ni tan siquiera Exxon se molesta en negar o al que responde con el consabido No hay comentarios. La petrolera norteamericana continúa estudiando a Repsol YPF, por si fuera a lanzar una OPA sobre la primera compañía industrial de España. La reducción de reservas en un 25% ha colocado a Repsol en una situación de debilidad, en un momento en que los grandes del refino se benefician de los altos precios del petróleo que amenazan con convertirse en permanentes, Por Repsol han mostrado interés los franceses de Total y los británicos de BP, pero ahora quien se encuentra más holgada de liquidez son los norteamericanos.
Un detalle, Exxon vale en bolsa unos 380.000 millones de dólares, mientras Repsol apenas alcanza los 25.000 millones de euros.
No es el único problema al que se enfrenta Brufau. En Bolivia, tras evitar a la justicia durante unos días, los dos máximos responsable de Repsol YPF en aquel país acudieron a declarar ante los tribunales y se decretó su inmediato ingreso en prisión. El amigo de Rodríguez Zapatero, Evo Morales parece estar burlándose de los descendientes de los colonizadores españoles. El propio Brufau viajó a La Paz para fotografiarse con Morales en el Palacio presidencial, momento en que las autoridades bolivianas adujeron que se trataba de un malentendido. El nuevo malentendido, ha terminado en el trullo.
Otra trinchera. De puertas adentro, Brufau es el más animoso del entorno Caixa, el que galvaniza las masas para que Gas Natural continúe con su OPA. Es él quien empuja a Ricardo Fornesa, Isidro Fainé y Salvador Gabarró para continuar la brega. El único, sobre todo, que confía en que el Gobierno pare los pies a la alemana E.ON, a pesar del pacto entre Chirac y Merkel para repartirse el espacio energético europeo, fastidiar a Silvio Berlusconi y colonizar España.
Y más: a pesar de que nadie comprende por qué razón Repsol se ha quedado fuera de una OPA que, encima, se hace en dos terceras partes por intercambio de acciones, Brufau insiste en que Gas Natural, con el apoyo de La Caixa, se basta sola para comerse a Endesa. Y por el momento se ha salido con la suya.
Y por otra parte las preocupaciones de Brufau no acaban ahí por la City madrileña corre la especie del pacto Zapatero-Villepin. El presidente español y el primer ministro francés se reunieron el lunes y según algunas fuentes habrían acordado lo siguiente: Total saldría de Cepsa y entraría en Repsol. Los sustitutos de Total y del SCH en Cepsa serían ACS-Fenosa y la italiana ENI. Es decir, que para evitar que la segunda petrolera española caiga en manos francesas, les cedemos la primera. A esto se le llama geoestrategia económica.
Está claro que el presidente de Repsol atraviesa un momento crucial. De aquí, o bien sale disparado a la coordinación de todo el grupo industrial de La Caixa a través de la constitución de una Corporación industrial que agrupe las participaciones de la primera entidad de ahorro del país- o bien termina su carrera profesional. El término medio parece más bien imposible.