Por un lado, aseguró ante el presidente ruso Dmitri Medvédev, a la búsqueda de anti-norteamericanos en Occidente, que la principal tarea del nuevo presidente de los Estados Unidos será evitar la vuelta a la guerra fría y mantener unas buenas relaciones con Rusia. La cosa sería risible sino no fuera llorable. Al parecer, los rusos no tienen esa obligación, según ZP, sólo los estadounidenses.
Veamos, las relaciones entre Washington y Moscú se han tensado porque el Ejército ruso ha entrado en Georgia para proteger dos enclaves pro-rusos de la antigua república soviética. El parangón es el siguiente: el PNV proclama la independencia de Euskadi y el Tripartito la de Cataluña. El ejército español responde desplegándose por las provincias separatistas. Entonces va el Ejército francés (pero de una Francia dictatorial no la real) y no sólo Libera Euskadi y Cataluña sino que además se asienta en Valladolid, se dedica la pillaje, hace huir a miles de refugiados y amenaza Madrid. Y cuando la comunidad internacional se revuelve contra nuestra hipotética tiranía francesa, ésta se hace de rogar y reta a Occidente, en concreto a Estados Unidos (a Europa no es necesaria retarla: es un enfermo terminal que se sostiene en pié gracia la Ejército norteamericano) y rehabilita la crisis de los misiles haciendo maniobras conjuntas en el caribe sur con un dictador bananero llamado Chávez.
Pues bien, con ese parangón, ZP se presenta en Moscú y el presidente ruso le moldea como a una muñeco de plastilina, lo que no consiguió con Merkel y Sarkozy, muchos más firmes en sus posturas. En una de las más vergonzosas y cobardicas actuaciones españolas en el exterior, el presidente del Gobierno exige, a Estados Unidos, no a Rusia, que evite una nueva guerra fría. Y como la cobardía siempre se disfraza de altisonancia, corrige a un periodista de New York Times, que le atribuyó reticencia sobre McCain (o sea el presunto fautor de la presunta Guerra Fría futura). Mintiendo, claro está, porque ZP, con su habitual incontinencia virtual no sólo ha mostrado antipatía a McCain sino que ha apoyado explícitamente a Obama.
Es decir que ZP impone deberes a la democracia norteamericana mientras omite toda crítica al imperialismo ruso, a la autocracia de Vladimir Putin, que se dedica a chantajear a Occidente y ya, en el colmo de la idiocia, se deja fotografiar mostrando su fortificado torso en la caza del tigre blanco siberiano. ZP, eres nuestro héroe: fuerte con los débiles y lejanos, débil con los fuertes.
Pero, ¿qué le ha pasado a esta España? La España que conquistó un continente para la fe con cuatro soldados y ocho misioneros, al punto de que, de cada dos católicos, uno habla español, se ha convertido ahora en el hazmerreír del mundo. Eso sí, un hazmerreír progresista. El catolicismo detuvo al protestantismo en Europa hasta allí donde llegaron los tercios de Flandes y el Islam no conquistó para la tiranía el viejo continente y fue detenido en España y en Austria.
Pues bien, hoy, los comandantes afganos se burlan de nuestras tropas (que, por cierto, han ido a ayudarles) y prefieren luchar con los norteamericanos, dado que los españoles se van en cuanto ven llegar a los talibanes. Aún más humillante, el propio jefe militar estadounidense de la zona se ve obligado a negarlo, y aclarar que lo que ocurre es que ellos tienen una estrategia más ofensiva. Y el Gobierno español calladito.
Lo peor es que tienen razón: la frontera entre el pacifismo y la cobardía de ZP es indistinguible. No es que nuestros soldados sean cobardes: el que es cobarde es el Gobierno que les da órdenes. Para repartir bocadillos no se envía a un ejército: se envía a una organización humanitaria protegida por un Ejército.
Sí, ZP ha convertido a España en el hazmerreír del mundo. Los piratas somalíes quieren secuestrar pesqueros españoles, porque el Gobierno ZP se apresura a pagar el rescate sin ir al fondo del problema, y envía un avión de reconocimiento para vigilar los movimientos de los piratas. ¿Presionar al Gobierno de Somalia o bombardear a los piratas? Lo segundo no es progresista y lo primero causaría risa en Mogadiscio.
107 policías para repatriar a Gambia a 100 inmigrantes ilegales, en un avión pagado por el Gobierno español. Llegan a Banjul y lo reenvían de vuelta a España.
Desde Senegal y Mauritania siguen saliendo pateras hacia las Islas Canarias, porque la influencia de ZP sobre esos gobiernos corruptos es enorme.
Argelia modifica unilateralmente el precio del gas que vende a España en un 20%, y el Gobierno ZP le responde con enrome dureza: le permite controlar el segundo gasoducto del Magreb y comercializar su gas en España de forma directa.
Sí, la cobardía de ZP nos está convirtiendo en el hazmerreír del mundo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com