El año pasado fue Josep Huguet quien responsabilizó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de haber incitado la campaña por el boicot al cava catalán. Una mentira más, porque Aguirre simplemente puso los pies por alto por el hecho de que el Sr. Carod Rovira anunciase que se sentía desvinculado al apoyo de la candidatura Madrid 2012 después de que el gobierno nacional decidiera no apoyar la selección nacional catalana de hockey. No se puede tolerar que haya señores que osen decir que van a boicotear Madrid 2012, señaló entonces la presidenta de la Comunidad de Madrid. Nada que ver con incitar a un boicot que censuró desde entonces.
Pero el conseller de Comercio, el de las comillas, reiteró una y otra vez, que el boicot había sido impulsado desde la Comunidad de Madrid. De nada valió la censura expresa al boicot por parte de las autoridades autonómicas madrileñas. Miente que algo queda.
Pues bien, la estrategia goebelsiana continúa. En la mañana del martes, el conseller de Relaciones institucionales, Joan Saura, señalaba que Rajoy podría haberse ahorrado el viaje a los productores del cava si Esperanza Aguirre no hubiera empezado el año pasado por promover el boicot. No basta con que Rajoy haya anunciado que el boicot es un disparate, porque la estrategia es todos contra el PP, porque en opinión de Saura, los populares están teniendo comportamientos antidemocráticos que hay que combatir.
Por cierto, Carod se desvinculó de apoyar la candidatura Madrid 2012, pero Maragall visitó la capital francesa para mostrar su apoyo a la candidatura de París 2012 y solicitar el ingreso de Cataluña en la francofonía. Eso es patriotismo.