Martínez Robles vuelve a marcar distancias con el presidente del Gobierno, ahora acerca del compromiso sobre la participación española en EADS. Al igual que ocurriera con los puestos de trabajo de IZAR, Robles hace encaje de bolillos para modificar la situación sin afeara a su jefe de filas. En la Europa aeronáutica, se conoce a España como la colita. Igualmente, Robles menosprecia el informe del comité de sabios sobre RTVE
Es verdad que el pasado mes de febrero, el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró partidario de incrementar la presencia española en EADS, señaló el presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles. No obstante, Robles matizó que las palabras de Zapatero no deben entenderse como un incremento de la participación estatal, actualmente situada en el 5,5%. La participación privada es muy pequeña y no se corresponde con el atractivo del valor. Tampoco es que pretendiera cerrar la puerta a ampliar la presencia estatal en la aeronáutica, pero no sólo pública, sino principalmente privada. Ahí queda eso. Zapatero sonríe y promete, que es gratis. Después Martínez Robles, un hombre de hoja de cálculo, mete la tijera, aplica coeficiente corrector e interpreta al Presidente del Gobierno.
Veamos, la industria aeronáutica europea está construida sobre dos pilares: el Consorcio Airbus militar y el civil. Esos consorcios desarrollan sus diversos proyectos (sea el Eurocaza o el A-380), según el peso de cada país participante en ambos consorcios (que son uno solo), el civil y el militar. En el caso español, la participación suele rondar el 5%. Entre esa participación minoritaria y el hecho de que las factorías EDS en España suelen fabricar la cola de los aparatos, la presencia española en la industria aeronáutica europea es conocida como la colita.
En este escenario Zapatero anunció en su día tanto un incremento de la participación de España en el consorcio militar como en el civil, al rebufo de la grandiosa presentación en sociedad del nuevo Airbus A-380. Lo cierto es que franceses y alemanes, que son quienes controlan ambos consorcios, no dijeron esta boca es mía hasta que consiguieron la renovación de la flota de Iberia se la llevara Boeing, y no Airbus. Justo en ese momento, se cambiaron las tornas y el presidente Airbus, afirmó que la participación española se quedaba donde estaba, en la colita, en la frontera del 5%.
Ahora, Martínez Robles trata de arreglar el roto de Zapatero hablando de participación de la inversión privada. Es el mismo papel que el tocó jugar cuando Zapatero, sorprendido por unos sindicalistas en Bilbao, afirmó que salvaría todos los puestos de trabajo de los astilleros IZAR.
Por cierto, que Robles asegura lo siguiente en su intervención de la mañana del lunes: Existe mucho interés por parte de grupos privados por hacerse con los activos de Izar, sociedad en liquidación. Probablemente el próximo año haya culminado el proceso de venta, que auguró, será en conjunto. Eso sí, matizó que no es posible exigir el mantenimiento de la actividad debido a que se trata de una sociedad en disolución. No obstante, el interés obedece a las oportunidades de un futuro rentable Es decir, Martínez Robles abre la puerta a eventuales operaciones de especulación sobre los terrenos de los antiguos astilleros. De ahí el elevado interés, la exoneración de obligaciones y lo acelerado de las conversaciones.
Al mismo tiempo, Robles habló sobre el acuerdo con Venezuela para los astilleros militares. En principio, sí, el acuerdo es con Navantia, pero en función de los contratos y de los plazos fijados, se podrá transferir parte de la actividad a astilleros civiles.
Y por s no fueran suficientes las anteriores muestras de ingenuidad monclovita, Robles se ha sentido desautorizado por el Comité de Sabios nombrado por el Gobierno para arreglar la situación de RTVE. Aunque no nos sentimos menospreciados ni infrautilizados por el informe del Comité de Sabios. Lo que hay que ver es cómo se traduce el informe en proyecto de ley, pero debe de ser compatible con los planes del Gobierno de cumplir con la estabilidad económica. Para concluir: Deberíamos tener una TV mejor y más barata. Sólo que el Comité de Sabios concluye lo contrari pide una televisión más cara para el erario público.