Los delincuentes informáticos roban claves con la excusa de prevenir el fraude
Cada vez resulta más complicado diferenciar los fraudes de los correos auténticos. El phising, fraude de Internet que intenta pescar las claves bancarias de los usuarios, multiplica sus ataques. La necesidad parece agudizar el ingenio en tiempos de crisis. Afecta por oleadas a todas las grandes entidades españolas e internacionales. La última es advertir a los usuarios sobre el riesgo del phising. Últimamente también advierten que las cuentas han sido anuladas. El fin es siempre el mismo: el mail redirige a una página aparentemente del banco o la caja y solicita la confirmación de claves.
Su persistencia en el tiempo indica que aún sigue siendo eficaz. Implica ciertos conocimientos informáticos y, en ocasiones contar con una infraestructura internacional para enviar los correos y mover el dinero robado sin ser descubierto. A pesar de que los bancos advierten que no se debe dar nunca la clave, mensaje que los propios timadores informáticos copian, el robo de cuentas bancarias indica que se trata de un negocio rentable.