Tras la huída de ZP a Afganistán, Rubalcaba da lecciones de diplomacia al Vaticano

La visita de Benedicto XVI no sólo no ha pasado inadvertida, sino que todavía tiene recorrido informativo. Las palabras del Papa en el avión criticando un laicismo que recuerda al de los años 30 generaron un impacto tal que el Gobierno no supo reaccionar en el momento.

Han preferido esperar a que Su Santidad se marchara para responder por boca del portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que señaló que las palabras del Papa no pasarán a los anales de la mejor diplomacia vaticana. Claro que el hecho de que el presidente del Gobierno decidiera abandonar el país y hacer una visita sorpresa a las tropas en Afganistán al estilo Bush tampoco es una lección de diplomacia. Valga como ejemplo el caso del Reino Unido, un país confesional cuya reina es la cabeza de la Iglesia Anglicana y cuyo primer ministro se declara agnóstico: ambos estuvieron junto al Papa en su visita y se hicieron acompañar de los anteriores jefes de Gobierno desde Thatcher hasta Brown.

Por otra parte, la conversación con los periodistas no fueron las únicas palabras de Benedicto XVI en España. Los portavoces vaticanos explicaron que el Papa eligió España para impulsar su prioridad: anunciar el primado de Dios. La mejor prueba de que este mensaje interesa es que la visita apostólica fue líder de audiencia este fin de semana, a pesar de que el Campeonato de Motociclismo estaba en juego.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com