Otra encuesta, una más, en pleno comienzo de la campaña electoral, certifica que los nacionalistas de CiU aventajas a los socialistas del PSC para las próximas elecciones catalanas del 1 de noviembre. Es decir, justo lo que desea Rodríguez Zapatero, quien quiere ver a su adversario Artur Mas como presidente de la Generalitat y a su correligionario y candidato, José Montilla, como perdedor, al o sumo, conseller en cap.
Y es que la encuesta de La Vanguardia (publicada el domingo 15) habla de que CiU obtendría entre 52 y 54 escaños, frente a los 46 de las elecciones de 2003. Mientras, el PSC pasaría de 42 a entre 38-40 escaños. ERC también caería, desde los 23 a entre 16 y 18 escaños, mientras que el PP bajaría de 15 a 13 e IC subiría de 9 a 13 asientos en el Parlament. Recordemos que la mayoría absoluta son 68 escaños, por lo que CiU y ERC podría obtenerla mayoría absoluta. Sin embargo, esa no es la idea de Mas. El pacto ZP-Mas exige que la Presidencia de la Generalitat sea para Mas y que, a cambio, CiU apoye al PSOE en el Congreso de los Diputados y, a ser posible, entre en el Gobierno de España para aislar al PP. Ahora bien, en ese esquema, a ZP le interesa un Gobierno de coalición en Cataluña entre CiU y PSC, no entre CiU y ERC.
En cualquier caso, por el momento el asunto marcha justo como ZP pretende: que su propio partido pierda las elecciones para formalizar el pacto con CiU. El mismo pacto que más adelante pretende reeditar con el PNV.