Se trata de crear un gran vasco, desde BBK Bank y uniendo Cajasur. El nacionalismo vasco nunca ha renunciado a recuperar su españolizado BBV. Mario Fernández mantiene vivo el proyecto de unir las tres cajas vascas... y convertirlas en banco. Patxi López cada vez más débil ante el avance del social-nacionalismo

La pasada semana, la Asamblea de la caja de ahorros vizcaína, BBK, aprobaba la integración de Cajasur, esa entidad que la Junta socialista de Andalucía logró arrebatar a la Iglesia tras un acoso de más de una década. Lo hace de un modo un tanto especial: Cajasur no se fusiona con BBK sino que se sitúa bajo el paraguas de BBK Bank (el nombre tiene su aquél, es anglovasco: Bilbao Bizkaia Kutxa-Bank). Tampoco hay SIP: BBK Bank es una ficha bancaria que por ahora engloba Cajasur, propiedad de BBK. Ojo, porque esta filial tendrá un presidente, Xavier de Irala, un consejero delegado, José Carlos Pla, antiguo banco de Bilbao pero no vasco. En definitiva, Cajasur nada tendrá que ver con BBK hasta que no se haya saneado.   

Ahora bien, el propósito del ex vicelehendakari y presidente de la BBK, Mario Fernández, gran amigo de Pedro Luis Uriarte, quien fuera consejero delegado del BBVA, va mucho más allá y entra en el pacto entre el PSOE y el PNV pacto global, entre Bilbao y Madrid, puenteando a Patxi López, y que ha tenido como primeras concreciones el apoyo de los seis diputados del PNV a los Presupuestos Generales del Estado para 2011 y a la Ley de Economía Sostenible.

Pero el PNV está vendiendo muy caro el acuerdo. Naturalmente, su objetivo final es retomar la lehendakaritzia, pero también la fusión de las tres cajas de ahorros vascas: BBK, Kutxa y Caja Vital.

Anteriormente no se pudo hacer por la presencia en la caja donostiarra de Batasuna y Eusko Alkartasuna. Luego, porque no se llegó a un acuerdo entre PSOE y PNV. Pues bien, ahora el asunto sí es posible. Patxi López no quiere ceder el asiento de lehendakari y por eso mantiene un pulso con Zapatero para mantener el pacto de legislatura con el partido Popular, pero sí estaría dispuesto a aceptar la fusión de las tres cajas de ahorros vascas.

Ojo, con la fusión no acaba el plan de Fernández. Se trata de unir las tres cajas vascas, y, bien controladas por el PNV, añadirles Cajasur y,  por último, bancarizar la resultante, con el nombre de BBK Bank o con cualquier otro. Y así tenemos el banco vasco, el sucesor del BBV que se españolizó con la fusión con Argentaria y con la maniobra de Francisco González, al denunciar un error de Emilio Ybarra. Fernández quiere jubilarse así: tras haber recreado el banco vasco, pero esta vez no el banco de Neguri sino del PNV... que no es lo mismo.

Eulogio López

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