La subida de los precios de los carburantes y de la alimentación, los factores decisivos.
El Índice de Precios al Consumo prosigue su marcha hasta cotas más altas cada mes. En este caso, ha logrado situarse en el 3,6%, alcanzando su tasa más elevada desde octubre de 2008, cuando logró el mismo porcentaje.
Aunque no son datos todavía definitivos y hay que esperar a los que aparecerán a mitad de mes, estos datos se unen al flojo crecimiento que se ha venido dando en la economía española y que ha hecho aparecer el término estanflación por todos los corrillos económicos.
Y es que un panorama estanflacionista es el peor de los que puede afrontar ahora España, con un crecimiento cada mes más alto de la inflación y una economía estancada, sin apenas crecimiento.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el auge del IPC se debería al incremento de los precios de los carburantes y lubricantes, así como al de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Ante esta situación desde el Partido Popular se ha denunciado la irresponsable política energética del Gobierno, ya que según ellos, el Ejecutivo ha llenado el sistema energético de costes, que responden a una política demagógica y no a un verdadero deseo de ganar eficiencia y mejora de la competitividad. El secretario de Economía y empleo del PP, Álvaro Nadal, ha asegurado que con la subida del IPC, también se produce una pérdida de renta y de bienestar de los pensionistas y funcionarios.
Juan María Piñero
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