Habrá huelga general. Toxo se impone a Méndez, como dijimos en nuestra anterior edición. Eso sí, Méndez gana en la fecha: será en septiembre, coincidiendo con las manifestaciones que harán los sindicatos europeos. De esa manera, la cosa queda diluida. No se critica a Zapatero sino a Bruselas que está lejísimos.
El Gobierno, satisfecho. Aunque tiene que hacer como que le molesta una huelga de baja intensidad. Así que lo primero es afirmar que la huelga es preventiva porque se convoca antes de que se conozca la reforma. Cierto, aunque Blanco cae en el mismo error que critica: la huelga no ha sido formalmente convocada. Así que recula y afirma que de momento no hay huelga. Tercero: Pido proporcionalidad a los sindicatos. Por su parte, Blanco afirma que el Gobierno hará pedagogía para explicar que la reforma es equilibrada entre quienes no quieren nada de flexibilidad y los que quieren toda y que esa flexibilidad es necesaria para crear empleo y empleo de calidad. ¿Huelga general es proporcionalidad? Blanco no contesta. Pero en el fondo, está muy satisfecho de haber logrado que la huelga general se posponga y que sea de baja intensidad.
Por último, Blanco anuncia que la reforma se tramitará como proyecto de ley para que algunos tengan que retratarse al menos en sus enmiendas y nos concreten cuál es su propuesta de reforma laboral. En todo caso, la reforma entrará en vigor al día siguiente de su publicación en BOE. Y no será un RD ley porque no hay justificación de urgencia -según la doctrina del Constitucional- aunque haya necesidad.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com