- El alarmista jefe de la Oficina Económica de Moncloa asegura que si se abandona la moderación salarial, el paro seguirá en el 24%.
- Sus palabras prejuzgan la sospecha, cada vez más que generalizada, de que el salario mínimo se congelará también en 2015.
- Y mientras, el ministro Soria miente descaradamente al decir que los consumidores "van a ahorrar más del 50%" de Castor.
- Lo que hace el real decreto ley no es otra cosa que aplazar en el tiempo el impacto del coste del proyecto de almacén de gas para el contribuyente.
- Y por tanto el coste final será todavía mayor.
- Y todo, a mayor gloria de Florentino, el gran beneficiado: le ha sacado 1.300 millones al Gobierno.
Parece que el Gobierno está entrando en campaña para disimular la realidad económica de España. En el mismo día, este martes, coinciden dos declaraciones muy significativas en este sentido, la del director de la Oficina Económica de Rajoy, Álvaro Nadal (en la imagen), que insiste en mantener los salarios en cintura -o sea, que el ajuste seguirá por la vía de los salarios-, y la del ministro de Industria, José Manuel Soria, que rebaja el impacto económico de la chapuza del Castor, porque no costará a los consumidores, que es lo mismo que clientes, lo que se ha dicho. Vamos por partes.
El director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Álvaro Nadal, sigue empeñado en el discurso, muy del PP, de que los salarios bajos equivalen, sorprendentemente, a que haya menos paro. Ya han dicho lo contrario diversos organismos internacionales -como la OCDE, el FMI o la OIT-, que así no hay modo de reactivar la demanda y el consumo. Pero no cala ese mensaje en Nadal, ese cerebro.
En sentido contrario, insiste en la moderación salarial, porque sabemos -nos lo ha enseñado la crisis económica, dice- que cuando suben fuertemente los sueldos y los precios como pasaba antes sólo puede conducir a un paro del 24%. Es precisamente esa tasa de paro en la que estamos instalados y de la que nos cuestan tanto escapar con menores sueldos y tasa de inflación próxima al 0. Bueno, ha dicho más en el Foro Aragonex, en el que ha intervenido: que con la baja inflación están ganado poder adquisitivo tanto los salarios como las pensiones (0,25%, como figura en los Presupuestos).
Lo que está adelantando Nadal no es otra cosa que el proceso de ajustes o recortes no ha terminado. Es más, sus palabras prejuzgan la sospecha, cada vez más que generalizada, de que el salario mínimo se congelará también en 2015. Y por supuesto no quiere entrar en el debate del ajuste, que sí han sufrido los españoles vía salarios, frente al ajuste que no ha llegado del mismo modo a la Administración (menos gasto público), que es precisamente lo que más incomoda a un político.
La otra cuestión es el fallido proyecto Castor. El Gobierno aprobó este viernes el cierre del almacén de gas de Castellón, que incluye el pago de una indemnización de 1.350 millones a Florentino Pérez (ACS). No parece poca cantidad precisamente, pero el ministro de Industria, José Manuel Soria, dice ahora, sorprendentemente, que los consumidores de gas se van a "ahorrar más del 50% de lo que estaba previsto" en el escenario inicial de costes del proyecto, gracias al decreto aprobado por el Gobierno.
Nada más inexacto, pues esos 1.350 millones se repercutirán en el recibo del gas durante los próximos 30 años. Dilatar en el tiempo no es ahorrar, sino pagar más en un plazo mayor.
El gran beneficiado de la chapuza del Castor -ha provocado 500 seismos en la costa- será, una vez más, Florentino Pérez, que ha conseguido que el Gobierno le devuelva todo lo que el empresario exigió como indemnización. Pagará Enagás, que cargará después a las empresas gasistas y, finalmente, éstas lo repercutirán en los clientes. De ahorro nada, todo lo contrario. Es cierto que el contrato chapuza lo hizo Zapatero, pero también lo es que el Gobieno no ha sabido presionar a Florentino Pérez como se hace en esos casos. O no ha querido.
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com