Evo Morales no tiene nada contra Repsol YPF. Es más, el único petrolero con el que mantiene una relación medianamente amistosa es con Antonio Brufau. Durante un reciente viaje a Europa, el ya presidente boliviano, aprovechó una escala en Barajas para contactar con Brufau.
Por otra parte, Repsol se ha cuidado muy mucho de apoyar a ninguna opción política, y, además, cuenta con el apoyo quizás más discutible- de Fidel Castro y Hugo Chávez, los dos políticos más admirados por Morales.
Pero los negocios son los negocios. Por ejemplo. Morales ya ha comunicado a Repsol YPF que no se va a decidir la expropiación o nacionalización, pero no estaría mal que el Estado boliviano entrara en el capital de Repsol Bolivia, por aquello de la colaboración política.