Profesionales por la Ética reivindica recursos públicos y privados para la investigación con células madre adultas
Ante la aprobación del dictamen del proyecto de ley de Investigación Biomédica por la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, José Agudo, Responsable del Área de Bioética de Profesionales por la Ética, ha manifestado que es absolutamente necesaria una norma que establezca el marco legal para fomentar la investigación biomédica en España, pero sin olvidarse de los aspectos éticos. «La dignidad del embrión no es tenida en consideración por los legisladores; con la Ley de Investigación Biomédica, el ser humano más indefenso queda desprotegido».
Agudo ha explicado que si la legislación española olvida la dimensión ética e ignora la dignidad de la persona (aunque sea un embrión), cualquier experimento será válido y todo lo que se pueda hacer, se hará sin más. El portavoz de Profesionales por la Ética ha puesto como ejemplo el caso de «Quimera», la primera oveja humana, un ser que tiene un 15 % de células humanas y un 85% de células animales y que ha sido recientemente creada por el Departamento de Biotecnología Animal de la Universidad de Nevada (EE UU).
José Agudo reivindica, por otra parte, una regulación adecuada para la investigación con células madre adultas, con las que, a diferencia de las embrionarias, ya se han obtenido éxitos notables en la curación de diversas enfermedades, sin comprometer en modo alguno la dignidad del ser humano. «Es necesario destinar recursos públicos y privados para la investigación con células madre adultas, ya que no suponen un dilema ético y son las únicas que han logrado curar enfermedades hasta el momento. Para crear a «Quimera» se ha necesitado siete años de investigación y más de 9 millones de dólares, ¿por qué no dedicar todo ese esfuerzo y ese presupuesto a la investigación con células madre adultas?. Muchas personas se hubieran podido beneficiar», ha asegurado José Agudo.
Finalmente, Profesionales por la Ética denuncia que la norma impulsada por el Gobierno socialista abre las puertas a la clonación terapéutica de seres humanos, ya que autoriza la llamada transferencia nuclear con el objetivo de obtener tejidos humanos para investigar la curación de enfermedades como el Alzheimer o la diabetes. «En este sentido», recuerda Agudo, «la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en su sesión plenaria del pasado 8 de marzo de 2005 la Declaración de las Naciones Unidas sobre la clonación humana. En ella se prohíbe expresamente la clonación en cualquiera de sus modalidades (terapéutica o reproductiva) y se obliga en consecuencia a los estados miembros (como España) a establecer su prohibición».
Profesionales por la Ética
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