El ex ministro de Defensa, Eduardo Serra, también participó en la presentación del libro España 2010 del Foro de la Sociedad Civil. En su exposición, defendió la necesidad de pedagogía de diplomáticos y militares para no blindarse como se blindan los directores de empresa. Además, advirtió que lo vamos a pasar mal; la competencia de los países emergentes no ha hecho sino empezar. En su opinión, el debate político-económico se parece mucho al debate de los teólogos sobre el sexo de los ángeles y mientras, nos van comiendo soberanía y los garbanzos.
Yendo a lo concreto, se refirió al riesgo abierto por la nueva Ley de Derechos y libertades de los militares a la existencia de asociaciones militares. En su opinión, la prohibición establecida por el general Gutiérrez Mellado, fue sensata y ha evitado que se hable de generales progresistas o conservadores como hacemos de los jueces. Y hablando de la judicatura, se da la paradoja -señala Serra- de que siendo más peligroso un juez que un militar, "les hemos permitido su paso a la política y al final la judicatura se ha visto penetrada por la politización.
Además, Serra hizo un ejercicio de patriotismo al afirmar que España es una de las grandes naciones del mundo, defendió los toros como muestra de la singularidad de nuestro país, que por cierto, gusta fuera. También se mostró orgulloso de que siendo España el segundo país en operaciones internacionales no haya recibido nunca ni una queja. No obstante, critica que se haya anunciado el calendario de retirada de Afganistán, la mejor manera a su juicio, de que los problemas se agraven. Y censura que tanto en Afganistán como en el Líbano estemos en una guerra en la que no sabemos qué significa ganar o perder.
Sobre el 11-M critica que nadie haya actuado para que un atentado similar no se pueda volver a repetir. Además, censuró la obsesión internacional de España y abogó por soluciones autóctonas. Un ejemplo: ¿Hemos ganado algo cediendo Construcciones Aeronáuticas a EADS?. Por último, critica lo escandalosamente ausente que ha estado Zapatero en la crisis de Grecia.
