Los trágicos avatares que sufren los inmigrantes para llegar a su deseado destino han sido reflejados en el cine con acierto y realismo por directores tan diferentes como el italiano Gianni Amelio (Lamerica) o el británico Michael Winterbotton (In this world). Ahora el que toma el testigo es el veterano director griego Costa-Gavras que acomete este proyecto narrándolo de un modo fantástico
Elías es un joven emigrante que intenta llegar a París utilizando todos los medios y recursos a su alcance. En esa complicada travesía a lo largo de toda Europa, Elías irá conociendo a todo tipo de personajes: algunos le ayudarán en su sueño de lograr una nueva vida pero otros sólo se aprovecharán de él
Edén al oeste causa cierta perplejidad en su tratamiento narrativo porque, aunque su arranque es totalmente realista (un barco donde se hacinan cientos de emigrantes), desde la llegada a tierra de Elías (a un lujoso enclave turístico llamado Edén) todo cambia y Gavras opta por dar a su historia un toque onírico Aunque las aventuras de Elías remarcan en exceso los logros que consigue gracias a su agraciado físico, Edén al Oeste tiene a su favor que los acontecimientos están bien encadenados de tal manera que esta forma de abordar el problema puede encantar o desagradar pero no se le puede negar su originalidad
Eso sí, Edén al Oeste cumple la misma función que otras películas que abordan el tema de la inmigración ilegal: hacernos reflexionar sobre la explotación de la que son víctimas estos seres humanos que proceden del denominado Tercer Mundo.
Para: Los que sigan la irregular filmografía de Costa-Gavras (famoso gracias a la película de corte político Missing)