"La ministra de igualdad nos acaba de decir que por vida humana nos referimos a un concepto basado en ideas filosóficas sometidas a opiniones".
Así justifica el aborto. Como Hitler para poder cargarse a tanta gente sin el rechazo del pueblo torpe o sin criterio. Su Solución final condujo a la gran barbarie nazi. A mí no me cabe duda de que todos los que propician los genocidios o los holocaustos, de nacidos o por nacer, serán igualmente juzgados y clasificados en el mismo grupo.
Cada vez son más las voces que claman por la vida, llenas de compasión y con sentido de justicia. La verdad es tozuda. Disponemos hoy de un soporte científico y tecnológico tan avanzados que ha permitido conocer y hasta observar maravillosamente el desarrollo embrionario y fetal, por lo que se concluye también desde al Ciencia que la vida humana es un continuo desde su inicio en la fecundación.
El deber primordial de todo gobierno es protegerse al hombre en todas las etapas de su existencia. Incumplen los gobiernos que no defienden la vida de todos, movidos por intereses bastardos, por ideologías o falsas filosofías que les lleva a negar a muchos su derecho a vivir. Leí esta afirmación estremecedora: Una élite de banqueros, políticos y monarquías, planean acabar con el 80% de la población, porque para ellos sobran. Es un proyecto del Nuevo Orden Mundial. ¿Cómo lo harán? Mediante el hambre, enfermedades, la promoción de guerras y el aborto, al que ahora llaman con cinismo descarado salud reproductiva.
María Fernández Alonso