El Santo Padre ha recurrido a la imagen del agricultor enamorado de su viña que utiliza el profeta Isaías para invitar a los cristianos a "dar buenos frutos".
"Este labrador enamorado entrega su corazón, sentimientos, pensamientos y desvelos para hacer la vida más bella y fecunda. Es nuestro deber devolver a Dios todo lo que somos y tenemos", ha señalado.
Además, ha recordado la "presencia singular" de los Ángeles junto al Señor, a los que ha calificado como "Custodios" y "ministros de la divina premura" para todo hombre, al tiempo que ha explicado que la vida está "rodeada de su incesante" protección.
Los cristianos estamos viviendo la cuaresma, los cuarenta días de preparación para la Pascua, me parece, como agricultor y como cristiano, que la imagen es bien encontrada y que al tiempo que empezamos la primavera seamos capaces de elevar el corazón al creador como hace el buen viticultor utilizado por el Profeta.
Domingo Martínez Madrid