Si lo hiciera, el consejero delegado se marcharía a casa, a los 54 años, con más de 100 millones de euros. El distanciamiento de FG y Goiri es irreparable desde que el primero modificó los Estatutos para quedarse como presidente (acaba de cumplir 64 años) vitalicio. Ahora, su segundo sabe que nunca alcanzará la Presidencia. Eso sí, Rajoy se siente birlado por FG
Francisco González, presidente del BBVA, cumplió el domingo pasado 64 años de edad. Hasta la reforma de Estatutos de un año atrás, lo convenido era que se retiraría a los 65 años y daría paso a su segundo, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, como presidente del segundo grupo bancario español. Pero luego modificó los estatutos y ahora resulta que su cargo es vitalicio. Goiri se sintió negado y desde entonces ambos banqueros no se han hablado más que en el Consejo y mientras sea estrictamente necesario. Por si fuera poco, FG se ha metido en el terreno de su segundo y despacha directamente con los directivos, no sólo con el secretario general, José Maldonado, el hombre que se encarga, ante todo, de mantener a FG en la cúpula.
Y así es como se ha llegado a la actual situación: Goirigolzarri en plan montaraz, retador, casi deseoso de que le cesen. En primer lugar, sabe que González no puede hacerlo, dado que si desaparece el hombre que aún lleva la red la cotización, un verdadero desastre, aún sufriría más en bolsa.
Pero no sólo es eso lo que da alas a Goirigolzarri, sino también su sueldo. Veamos, en 2007 (seguramente ya se lo habrán subido en el 2008, pero de eso nos enteraremos en 2009), según figura en la memoria de reputación corporativa, si a FG se le ocurriera cesar a Goiri, éste se iría a su casa, a los 54 años, con una pensión de 46.4 millones de euros y un blindaje de 57,4 millones de euros. Total: 104 millones de euros, muy próximo a los 110 millones de euros que recibiera Ángel Corcóstegui y por encima de los 44 que Botín pagara a Amusátegui para detentar todo el poder. En el Santander.
Y es que a FG le gusta ser -como él mismo dice, un domesticador de hombres, al parecer a costa de dinero. Pero comprar con dinero siempre tiene plazo de prescripción, especialmente si se le hurtan expectativos aún más interesantes crematísticamente.
Veamos, en 2007, FG cobró como presidente de BBVA 5,02 millones de euros entre fijo y variable, por 4,1 su consejero delegado y 1,4 el secretario del Consejo, José Maldonado. Es decir, que la broma de los salarios de 3 personas (130.000 de plantilla en BBVA) le salió a los accionistas por 10,5 millones de euros.
Pero ahí no acaban las prebendas. Según el mencionado Informe Anual de Gobierno Corporativo dice más cosas, Por ejemplo, las provisiones registradas al cierre del ejercicio para atender a los compromisos asumidos en materia de previsión respecto a los consejeros ejecutivos son las siguientes: En miles de euros:
Presidente: 61.319
Consejero Delegado: 46.400
Consejero Secretario General: 7.714
Total 115.433
Y más: Indemnizaciones por cese de contrato. El presidente del Consejo tendrá derecho a jubilarse como ejecutivo en cualquier momento a partir de los 65 años y el consejero delegado y el consejero secretario general también. Ambos a partir de los 62 años, todos ellos con el porcentaje máximo establecido en sus respectivos contratos para la pensión de jubilación, y cumplida esa edad, por consolidarse el derecho a percibir la pensión que corresponda, se extinguirá el derecho a la indemnización contractualmente pactada. Los consejeros ejecutivos del Banco (Presidente, Consejero Delegado y Consejero Secretario General) tienen reconocido contractualmente el derecho a percibir una indemnización en el caso de cese por causa que no sea debida a su propia voluntad, jubilación, invalidez, o incumplimiento grave de sus funciones que, de haberse producido en 2007, hubiera dado lugar al pago de las siguientes cantidades: 70.513 miles de euros. En el caso del Presidente, 57.407 miles de euros para el consejero delegado y de 13.470 miles de euros para el Consejero Secretario General.
El derecho a percibir las correspondientes indemnizaciones queda sujeto a que se ponga a disposición del Consejo el cargo de consejero, a la dimisión de los cargos que ostentaran en otras entidades en representación del Banco, y la renuncia a sus relaciones laborales preexistentes con éste, incluida la relación de alta dirección, así como la percepción de cualquier otra indemnización distinta a la indicada.
Además, en el momento de producirse el cese como consejero, surgiría una incompatibilidad para prestar servicios a otras entidades financieras competidoras del
Banco o de sus filiales durante el plazo de 2 años conforme establece el Reglamento del Consejo. A los demás trabajadores prejubilados, durante toda la vida.
Respecto a la información indicada en el apartado B.1.13, señalar que el Consejo de Administración aprueba e informa a la Junta General de Accionistas de las cláusulas de
indemnización de los Consejeros Ejecutivos, pero no sobre las cláusulas de indemnización de los miembros del Comité de Dirección. O sea, opacidad a tope.
Por cierto, que FG engañó al presidente del PP, Mariano Rajoy. Éste, harto de que le echaran en cara que su banquero se forraba el riñón violentamente con cargo a los accionistas, le pidió que se rebajara el sueldo. No lo hizo pero, eso sí, anunció que en 2010 renunciaría a su blindaje, que para entonces calculaba (¿cómo lo calculaba?) en 80 millones de euros. Mira qué listo, es que en 2010 tendría que renunciar a ese blindaje en cualquier caso, dado que estaría en edad de jubilación y entonces el derecho a blindaje desaparece, aunque permanece, claro está, el derecho a la opípara pensión. En resumen, que engañó a Mariano como a un palomo bursátil y encima se convirtió en presidente vitalicio.
En definitiva, Goirigolzarri sabe que nunca cumplirá su sueño de ser presidente del BBVA. Así que ha decidido tirar por la calle de en medio. Ya no tiene que rendirle pleitesía a FG. Si le quiere echar se marchará a casa con los bolsillos repletos.
Pero que no se haga ilusiones de prejubilado. FG es un especialista en convivir con quienes no traga. Recuerden el caso de Paco Gómez Roldán, consejero delegado de Argentaria. Cuando se fusionó con el BBV de Emilio Ybarra le dejó tirado. FG sólo admite subordinados, nunca amigos.