Desde que Fernando Moraleda manda en Moncloa y coordina la imagen del Gobierno Zapatero, las consignas han regresado a los medios públicos. Al secretario de Estado de Comunicación le encantan las precisiones terminológicas. Por ejemplo, en Radio Nacional han pasado a hablar de barcos negreros para referirse a las mafias de los cayucos. Hay un interés muy especial para que el término subsaharianos dé paso al de negrero o esclavista y que la atención se traslade desde los ilegales o explotados a los explotadores.
Y el cambio es muy positivo, ojo, porque, en efecto, la tontuna políticamente correcta de referirse a los negros como subsaharianos empezaba a provocar pitorreo en un asunto tan serio. Eso sí, al introducir el concepto de negrero Moraleda traslada el foco de atención del fracaso del Gobierno en materia inmigratoria a la abyección de los nuevos esclavistas.