Artur Mas sabe que las elecciones, en principio el próximo mes de noviembre, son su última oportunidad de acceder a la Generalitat y vencer a José Montilla. De otra forma, los hermanos Pujol tomarán el relevo. Pero la verdad es que las encuestas le dan vencedor y la deriva independentista de ERC no hace otra cosa que fortalecer el discurso más moderado -aunque siempre soberanista- de Convergencia. Si lo prefieren, se trata de un discurso menos atrabiliario.
Pues bien, el líder de CiU, Artur Mas, consciente de la desastrosa política económica del Tripartito, pretende que su conseller sea el actual presidente de Abertis (Criteria) y del Círculo de Economía, la más prestigiosa entidad de estudios catalana, Salvador Alemany. Sería el hombre idóneo para el milagro económico que, sin duda, necesita Cataluña, un empresario prestigioso, de corte liberal.
Alemany deberá abandonar el Cercle en año y medio pero sus planes para abandonar Abertis ya no caen por esas fechas. Desde luego, abandonar la empresa de infraestructura del grupo Caixa le costará un tanto.
Mientras tanto, el interesado aseguraba en Madrid, en la mañana del lunes 14, que Abertis podría incrementar su compra en 2010. Recordaba que 2009 no ha sido un buen año económico y que las cifras de tráfico en autopistas (en todo el mundo) revelan que estamos en desaceleración, sólo eso, tras pasar del 5,1 al 3,9%, a 30 de septiembre. En España las cifras son peores, porque la caída aún anda por el 8%. O sea, que vivimos épocas de aterrizajes suaves, pero nada de despegues. Para los esquemas del presidente Zapatero, Alemany resulta un pesimista.