Los sucesos de Honduras se han contado en España como un intolerable ataque contra un Gobierno legítimo. El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) viaja este viernes a Tegucigalpa para exigir la restitución del ex presidente, España y otros países europeos han llamado a consultas a sus embajadores y hasta el Príncipe de Asturias tomó posición a favor de Manuel Zelaya. Mientras, Zelaya, a quien le gusta que le llamen Mel, amenaza con viajar este sábado a Honduras acompañado de una comitiva de la OEA en la que se encuentran la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, y el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
En Hispanidad hemos dado algunas pistas sobre el fondo de los acontecimientos que se desarrollan en Honduras. El amigo Mel pretendía cambiar la constitución para perpetuarse en el poder (con el chavismo como modelo y soporte) y la oposición de los jueces y la negativa del ejército desencadenaron una rebelión en defensa de la ley que situó a Roberto Micheletti al frente del país. El nuevo presidente promete elecciones, pero se muestra firme para evitar el regreso de Zelaya al poder, al tiempo que advierte a Cristina Kirchner que sólo será recibida como presidenta de Argentina: Ella es bienvenida en nuestra patria, pero Zelaya tendrá que rendir cuentas ante la Justicia, afirmó Micheletti en una entrevista al diario argentino La Nación.
La crónica de Antonio Rieu, un Hermano Marista residente en Honduras, nos resume los hechos. Rieu se muestra sorprendido del tratamiento de la información en España y la actitud del Gobierno español.