Los sindicatos, muy a su pesar, están despertando del letargo de las subvenciones. Se han marcado como fecha límite el 11 de enero para convocar otra huelga general. Los puntos calientes son la ultra-actividad, la reforma de las pensiones y la reforma laboral. Pero parece que sobre esos tres puntos no van a alcanzar ningún acuerdo, por lo que a lo mejor tendrán que convocar otro paro y no están muy por la labor (porque saben quién les paga y porque la del 29-S fue un fracaso y no quieren otro). Sin embargo, lo que no parece haber sentado bien desde los sindicatos es que no se hayan pactado este año los salarios mínimos como sí se ha hecho anteriormente.
Y mientras llega el 11-E, no han dudado en criticar las increíbles subidas de las pensiones mínimas y el salario mínimo, cuando acaban de anunciar drásticos aumentos de las facturas de la luz, del gas y de los transportes. Por eso no ha sentado muy bien entre las filas del sindicato que dirige Toxo que el presidente del Gobierno se declare justo en esos días como campeón de los derechos sociales.
Y es que el secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano ha recordado al Ejecutivo su compromiso de situar el salario mínimo interprofesional en 800 euros al final de la legislatura. Y al ritmo de la subida de este año, será en el 2030, un poco después de la fecha que ha dicho Zapatero para incrementar la edad mínima de jubilación a los 67 años. Serán meras coincidencias.
Juan María Piñero
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