El primer ministro británico comparece ante el Parlamento del país con una actitud fría
Tras varias semanas en las que las escuchas ilegales que han convulsionado Gran Bretaña han sido el centro de la información, este miércoles ha comparecido el primer ministro inglés ante el Parlamento para tratar de esclarecer las relaciones que tenía con el ex director del malogrado tabloide News of the World, Andy Coulson.

Y sus palabras no han parecido calmar los ánimos, ya que su comparecencia solo ha servido para que se enroque en su postura y anuncie que se va a crear una comisión de investigación sobre las escuchas ilegales. Pero después de todo el tiempo que ha transcurrido y después de la comparecencia del magnate australiano Rupert Murdoch, parece una ridiculez que la única medida que se vaya a tomar por ahora es crear esa comisión. Eso sí, será peor si cuando se concluya el estudio realizado por esa comisión acaba anunciando que ahí no ha pasado nada. Sería propio de una república bananera.

Eso sí, David Cameron ha pedido disculpas y avisa que si se demuestra que Andy Coulson le mintió serán todavía más sentidas. Lo que no dice es cuándo sucederá eso.

Andrés Velázquez
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