Estoy de acuerdo con usted: el futuro es incierto. Con estas palabras cerraba Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, la respuesta a la pregunta de Hispanidad acerca de las llamadas operaciones CVC, o fondos de capital riesgo que están controlando una ristra de empresas españolas de primer nivel.
Blesa, que comparecía este jueves en los cursos de la Universidad Menéndez Pelayo para periodistas económicos, se ha convertido en el principal defensor de las participaciones industriales de las cajas de ahorros. Estas participaciones, tan discutidas desde el Banco de España, se caracterizan por ofrecer estabilidad accionarial a la empresa invertida. Por el contrario, las inversiones de private equity, según el presidente de Caja Madrid, no tienen vocación de inversión estable. Invierten mucho dinero con un grado de apalancamiento enorme, y quieren obtener dinero muy rápido, responde, sin pronunciar la palabra especulación en ningún momento, pero concluyendo que el futuro es incierto.
Que se sepa, es la primea vez que un banquero español habla de un fenómeno que no parece tener fin, y que ya ha afectado a compañías de todo tipo, como Red Eléctrica, Enagás, Repsol Butano (vía oferta sobre el GLP de Shell), Cortefiel, El Árbol, etc. Alguien ha llegado a decir que el panorama se parece mucho al vivido con la especulación rampante de las punto com.
Pero que lo diga Blesa tiene un especial valor, en cuanto representante de un grupo industrial, Caja Madrid, que no es capaz de valorar, pero que dispone de unas plusvalías latentes de más de 500 millones de euros, eso sin contar las importantes participaciones en empresas no cotizadas, como es el caso de Realia. Desde luego, Blesa incide en la visión de permanencia de las cajas cuando invierten en una empresa.
Y mientras el fenómeno especulativo del capital riesgo inunda el tejido industrial español, el Banco de España se empeña en que las cajas abandonen sus participaciones industriales: Con frecuencia hemos tenido llamadas del regulador, la más lejana en el tiempo, esta misma mañana, que nos recuerda la llamada a la prudencia en este tipo de inversiones. Aludía Blesa al discurso del miércoles del gobernador Jaime Caruana, quien tras el reforzamiento de la inversión de Caja Madrid en Endesa inició las hostilidades tanto contra esta entidad como contra la Caixa.
Blesa estaba un poco enfadado con la cuestión: Ahora se oyen mucho expresiones curiosas como que las participaciones industriales ya no tienen lógica financiera o que no ofrecen valor añadido, y curiosamente algunas de esas afirmaciones provienen de entidades que han podido financiar su expansión gracias a la venta de sus participaciones industriales No acabo de comprender esta afición de algunos a subirse al púlpito e impartir consejos que las cajas no hemos pedido.
Por otra parte, Blesa enfatiza la necesidad de que las cajas de ahorros inviertan en Bolsa: En 1990 la capitalización de la Bolsa española representaba un 50% del PIB, en 2004 se había elevado hasta el 138% del PIB. Recuerda Blesa que si bancos y cajas no hubieran aumentado su inversión en la industria, la capitalización bursátil española se habría desmoronado. Además, el presidente de Caja Madrid considera justo lo contrario que el gobernador Caruana: durante los últimos diez años, defiende el banquero, el margen de intermediación del sistema financiero ha estado cayendo, con la excepción del ligero repunte de 2001. Pues bien, para él, han sido las participaciones industriales las que han compensado esa caída, especialmente desde la entrada en vigor del euro, es decir, desde la actual etapa de tipos desacostumbradamente bajos.
Por otra parte, Blesa recuerda que las nuevas normas contables internacionales afectan de forma negativa a las participaciones indústriales de las cajas de ahorros, pero por lo que respecta Caja Madrid nada cambiará. Eso sí, reconoce que en cajas medianas y pequeñas el efecto de que sólo se permita la consolidación cuando se posea un 20% del capital puede obligarles a vender. Naturalmente, el Banco de España insiste para que así lo hagan. Blesa recuerda que las cajas medianas y pequeñas se verán especialmente afectadas en una operación cada vez más habitual: acompañar como accionistas a promotores inmobiliarios a los que financian.
Pero, las normas contables deben ser neutrales... a nosotros no nos va a influir para nada. Es decir, que Caja Madrid seguirá invirtiendo en industrias, según el acuerdo de su Consejo de Administración. Y pasando de lo genérico a lo concreto, no vamos a aumentar nuestra participación en Iberia, Indra o Endesa (10, 15 y 9,2%, respectivamente) pero hay dos sectores que nos interesan: seguros e inmuebles. Es decir, que la doctrina Banco de España no interesa mucho.
Caixa y Caja Madrid se han convertido en los dos grande defensores de las participaciones industriales de las entidades financieras, que han mantenido las empresas estratégicas, no sólo en manos españolas, que casi es lo de menos, sino en inversores que están dispuestos a que madure la inversión, no en fondos especulativos cuyo objetivo es la rentabilidad a corto plazo a través del apalancamiento, lo que les obliga a retirarse en muy poco tiempo y a reducir costes a cualquier precio, generalmente, reduciendo la plantilla.