Sr. Director:
¿Quién sabe si por unos momentos también fui un bebé robado?, quizás la intención de aquella mirada que con premura me sacó de los brazos de mi madre quedó sólo en eso, una intención.

 

¿Quién sabe si la encargada de darnos por muertos recapacitó justo al tiempo que salí a la vida?, quizás no fui como el encargo quería que fuera. ¿Quién sabe si los primeros lloros que oí a lo lejos fueron de desgarro?, quizás en la habitación de al lado ocurrió una muerte de mentira, un robo sin piedad.

¿Quién sabe del peso que esos desalmados arrastrarán para siempre?, quizás no fueron madres ni padres, quizás no lo serán y mejor que así sea. ¿Quién sabe si el destino devuelve lo robado y quita de lleno la culpa?, quizás a un ladrón de bienes se le pueda ofrecer perdón, pero… ¿quién a uno de bebés?... yo lo siento pero no.  

Estefanía Macgregor Prunor