El Consejo de Política Fiscal y Financiera aprobó el jueves 20 el Plan de Estabilidad 2005-2007, que prevé desequilibrio presupuestario para las comunidades catalana, balear, gallega y canaria. El acuerdo contempla un plan de saneamiento, aunque para el profesor José Barea, ex director de la Oficina Presupuestaria del primer Gobierno del PP, no aprovechar el actual ciclo alcista es una gran irresponsabilidad. "Se está abriendo un melón muy perjudicial para la estabilidad en un momento en que el FMI prevé un crecimiento del 3,3% para el 2005", señala Barea, quien explica que el 3% es el nivel de crecimiento potencial a medio plazo de la economía española.

 

Barea cree que la aceptación del déficit no sólo abre la brecha de la estabilidad, sino también de la inflación y considera que se debería de haber aplicado lo dispuesto en la Ley de Estabilidad Presupuestaria: comunicar las causas del déficit y exponer el plan para solventarlo. Por el contrario, el ministro de Economía, Pedro Solbes, ironiza afirmando que "la Ley no explica cómo encontrar voluntarios que aporten superávit para cubrir los desajustes de otros".

 

En realidad, no hace falta tal compensación, porque cada agente es responsable de su propio equilibrio presupuestario. Bruselas exige que el conjunto de las administraciones públicas españolas estén equilibradas, de manera que los excesos de uno se puedan cubrir con las disciplinas de otros. De esta forma, España cumplió con el compromiso de estabilidad compensando el déficit estatal con el superávit de la Seguridad Social (SS). "Pero eso no significa que el Estado deba de estar tranquilo, al igual que las comunidades autónomas tampoco pueden decir que compensan su déficit con el superávit de la SS o con el superávit de otra CCAA", explicó Barea.

 

Es decir, que cada administración debe de equilibrar sus cuentas. Así de sencillo. Señor Solbes: no es ningún "lío". Tan sólo hace falta voluntad política de aplicarse a la disciplina presupuestaria. Sencillo y fácil a la vez. Como la vida misma.