Esta es una campaña electoral amañada, aquí hay tongo. Recuerden de qué forma concluyó el debate sin combate entre Rubal el rojo y Mariano el parco: a su disposición señor Rajoy; a la suya señor Pérez Rubalcaba.

Mientras, allá lejos, desde el catalanismo, Artur Mas se apunta al gran pacto contra la crisis "siempre que respeten a Cataluña", naturalmente. Vamos que estamos hablando de un gran pacto para un ajuste que va a dejar lo hasta aquí vivido en agua de borrajas. Ya saben, cuando hay que fastidiar a los ciudadanos hay que hacerlo por consenso. Se trata de decirle a la gente: sí, os estamos zurrando la badana, pero no os quejéis: ¿cómo vamos a estar equivocados si todos los partidos que habéis votado consideramos que es necesario zurrarlos?

Y todo siguiendo las órdenes del que manda: de Alemania, naturalmente.

En esa tesitura de combate amañado, toda mentira sirve, entre otras cosas porque no hay oposición interesada en demostrar la falacia. Por ejemplo, Rubalcaba aseguró en el debate que España era un país seguro y que la delincuencia disminuía. Juan Español no tiene esa sensación sino justamente la contraria. ¿Cómo se casa el mensaje de Pepunto con la realidad estadística de la que presume? Sencillo: la delincuencia que causa más miedo -alarma social, que le dicen- es la callejera, la del atracador, la del gamberrismo, etc. Ahora bien, esa es la delincuencia que la víctima no denuncia porque no confía ni en la justicia ni en la policía.

Todo sea por el pacto de Estado. ¿A que suena bien?

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com