Sr. Director:
Pienso que no cabe analizar el resultado de la convocatoria contra la ley del aborto del pasado sábado en función de la presencia o no de dirigentes políticos.

 

Mientras el PSOE ha impulsado y promovido la ley con sólo contadas voces discrepantes en el ámbito interno que después han votado a favor, es bien conocida la postura sólida y rigurosa de los representantes del PP ante la comisión del Congreso de los Diputados y después con el recurso de inconstitucionalidad.

Los ciudadanos no necesitan la tutela de los políticos para salir a la calle y expresar su criterio. Lo importante es que los parlamentarios sepan después trasladar a las instituciones ese mandato inequívoco de la opinión pública, en este caso al Tribunal Constitucional. El éxito de las citas simultáneas del sábado se debe, sin duda, al esfuerzo y la perseverancia de las organizaciones convocantes, pero es sobre todo el triunfo de una sociedad viva y activa en defensa de una causa justa y legítima.

Rodríguez Zapatero tiene el inexcusable deber democrático de escuchar este clamor y no dejarse llevar por intereses partidistas y electoralistas. No obstante, vistos los precedentes, no es fácil esperar que rectifique. Esperemos que sea el TC quien actúe en consecuencia.

José Morales Martín