El pasado viernes 24 de junio, durante su intervención en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el presidente de Telefónica, César Alierta, cifró en un año el periodo en el que la operadora podría entrar en China. Seis días después, hacía público la compra del 2,9% del capital de China Netcom, por 240 millones de euros, con la intención de ampliar hasta el 5% y poder sentarse en el Consejo de Administración.
Un portavoz de la compañía afirmaba que el camino por recorrer aún es largo y que las palabras de Alierta deben entenderse en ese sentido. Además, según Telefónica, en China esta es la única forma de abrirse camino, estando en el interior de las compañías desde el primer momento.