Desde que Zapatero recibiera el aviso desde Bruselas, su política de contención del gasto y de incremento de los ingresos se puso en marcha para mejorar el cuadro macro del Estado. Así, el déficit público se situó en 92.227 millones de euros a cierre de 2010, lo que supone el 9,2% del PIB, una décima mejor de lo estimado en las previsiones oficiales del Gobierno. Eso sí, se trata de una mejora hecha a base de subir los impuestos y reducir las inversiones del Estado, por lo que la economía de los españoles no presenta una mejora de salud equivalente.
Sin embargo, las comunidades autónomas cerraron el año con un saldo negativo de 35.997 millones, un 3,39% del PIB, casi tres décimas más de lo previsto en el programa. Si no se tienen en cuenta los anticipos a cuenta, el déficit de las comunidades se ha situado en el 2,8% frente al 2,4% planteado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Solo ocho (Madrid, Extremadura, Castilla y León, País Vasco, Cantabria, Galicia, Canarias y Asturias) de las diecisiete autonomías cumplen el objetivo. Andalucía se desvía ligeramente, mientras que otras comunidades necesitarán actuaciones más decididas para reconducir su situación: Aragón, Navarra, La Rioja y Comunidad Valenciana.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, se refirió también este martes a cuatro comunidades con desviaciones considerables, que necesitarán adoptar con firmeza, medidas para reducir su déficit: Cataluña, Baleares, Murcia y Castilla-La Mancha.
Mariano Tomás
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