Esa edición de Hispanidad se cierra horas antes de que se vote en el Congreso la famosa enmienda Florentino, es decir, la presentada por el Gobierno, llegada directamente desde Moncloa, por la que se suprimen los blindajes estatutarios. Todo indica que la oferta será aprobada pero con el periodo transitorio impuesto por los nacionalistas catalanes de CIU a cambio de su apoyo. En resumen, la palmada de Zapatero servirá para poco.
Y es que el peso de la deuda ahoga a la constructora ACS, deuda que tiene su origen, en un 50%, en la aventura Iberdrola. Con la enmienda no se trataba de echar a Galán, ni tampoco de consolidar en el balance de ACS sino de poner en valor su participación con el consiguiente efecto bursátil. Pero debería haberse aprobado en marzo y entra en vigor el 1 de enero de 2011. De otra forma, a Florentino el asunto le sirve para poco.
Y es que los bancos aprietan a ACS, que se está convirtiendo en un experto en refinanciar. Así, tras refinanciar 1.600 millones de euros hasta 2012, le vencen 2.400 millones de euros. En 2011, serán 5.000 millones por otros 3.400 en 2012. Total: 10.800 millones de euros, para una empresa cuya capitalización bursátil apenas supera los 11.000 millones de euros.
Y no parece que Pérez tenga otros aliados en el seno de ese capital. Lo cierto es que antes de la Junta de Accionistas del pasado día 24 escribió a los fondos, que poseen acerca de un 50% de la eléctrica para que votaran en contra de la exclusión de su representante en Bolsa. Consiguió que le secundara el 0,0009% de los convocados a la negativa.
No, la enmienda de hoy no le sirve a Florentino Pérez. O consigue una alianza con Suez para abordar Iberdrola -que no contará con el apoyo de ZP-, o los bancos le presionarán para que venda iberdrolas... y con minusvalías.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com
