Íñigo Urkullu se ha mostrado indiferente ante la batalla que enfrenta a ACS e Iberdrola por el control de la eléctrica. El presidente del PNV ha hablado de la independencia de Iberdrola y de sus accionistas para que hagan lo que creas más conveniente para la empresa.
Incluso ha manifestado que no le preocupa la sede de la compañía vasca, pese a que le gusta que sea una de las dos compañías españolas que todavía tiene su sede central en el País Vasco, sino que lo más importante es que haya un proyecto industrial que genere riqueza.
En el mismo sentido se ha mostrado sobre el papel de la BBK, caja de ahorros vasca, y su seguimiento dentro de Iberdrola como accionista. Ha querido dejar en manos de los gestores de la caja las decisiones que crean más oportunas.
Pero todas estas palabras han sonado a que estuvieran hechas con la boca chiquita, pues realmente sería un fuerte varapalo que la eléctrica española abandonara su sede en Bilbao, y desde la misma compañía se está luchando por evitarlo.
Juan María Piñero
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