Montero y Montoro
Ya decía Cristóbal Montoro sobre las cuentas públicas que llevan su rúbrica, el pasado mes de julio: "se demuestra que se hizo bien, para durar a medio plazo y sabiendo que iba a tardar en llegar un Gobierno estable". Y dicen los malvados que, al frente del ministerio o no, quien manda en los Presupuestos, actualmente en vigor, es Montoro.
Hay que recordar, no obstante, que a pesar de que su autor intelectual es el exministro, las Cuentas de 2018 fueron definitivamente aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y fue así porque el socialista ganó la moción de censura a Mariano Rajoy durante su trámite parlamentario. El mismo día de la aprobación de las cuentas públicas, el 26 de junio de 2018, Montoro, el que fuera ministro durante los gobiernos de José María Aznar y de Mariano Rajoy, destacaba que durante sus periodos al frente del Ministerio había logrado aprobar 15 presupuestos y presumía de que estos últimos los había aprobado "desde la oposición". Y decía mostrarse feliz por el visto bueno a unos Presupuestos Generales del Estado que se elaboraron cuando él todavía estaba en el Gobierno “y cuya tramitación ha finalizado con una ministra del PSOE al frente de Hacienda”. Y efectivamente, días antes, se producía la defensa de Mª Jesús Montero de las cuentas públicas del PP en el Senado. “De Montoro a Montero”, escribían entonces los periódicos, porque no había cambiado mucho el defensor de los Presupuestos, una vocal y poco más en una Cámara Alta que parecía el mundo al revés.
Hay que recordar, no obstante, que a pesar de que su autor intelectual es Cristóbal Montoro, las Cuentas de 2018 fueron definitivamente aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez
Así que, con el sambenito de que los presupuestos llevan la firma de su antecesor en el cargo, la de ahora, la que está en funciones, Mª Jesús Montero muestra su esperanza de que, una vez se celebre la repetición electoral el 10 de noviembre y se conforme un Gobierno, “en febrero o marzo estemos hablando de los Presupuestos de la legislatura”.
En una reciente entrevista en un medio de comunicación, Montero afirmó que España tenía que haber evitado las elecciones para tener un gobierno fuerte y estable y unas cuentas públicas con los que sortear mejor retos como el Brexit, la desaceleración económica o la sentencia del Procés. Pero visto lo visto, señora Montero, quizá lo mejor es que, por ahora, nos quedemos como estamos.
El rechazo de la Cámara Baja a las Cuentas elaboradas por el Ejecutivo del PSOE propició el adelanto electoral, el consiguiente bloqueo político y una nueva convocatoria de elecciones
El actual escenario de desgobierno está muy marcado por los Presupuestos ya que el rechazo de la Cámara Baja a las Cuentas elaboradas por el Ejecutivo de Sánchez propició el adelanto electoral, el consiguiente bloqueo político y una nueva convocatoria de elecciones. De hecho, y aunque los PGE se puede prorrogar de forma indefinida, hay una ley no escrita en la que un Gobierno que no consiga aprobar sus Cuentas deberá convocar elecciones, tal y como pasó con el actual Ejecutivo socialista.
Esta será la octava prórroga presupuestaria de la democracia -tras las de 1979, 1983, 1996, 2012, 2017, 2018 y 2019- y el cuarto año consecutivo que comienza con unos Presupuestos prorrogados, pero se diferencia del resto en que supone extender a un tercer ejercicio la vigencia de las mismas cuentas, las de 2018.