Salvini, echado por la izquierda de Italia.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lanzó este lunes el aviso más serio hasta la fecha de un político europeo al Gobierno del Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte en Italia. El luxemburgués advirtió a Roma de que está siguiendo los pasos de Atenas, que en 2015 bordeó la salida del euro, y que dar un trato especial al Ejecutivo italiano significaría el fin de la moneda única.
"Italia se está distanciando de los objetivos presupuestarios acordados conjuntamente a nivel de la UE”. "No me gustaría que, tras haber sido capaces de solucionar la crisis griega, acabásemos con la misma crisis en Italia. Una sola crisis ha sido suficiente". "Si Italia quiere un trato especial, eso significaría el fin del euro, así que hay que ser muy estrictos", dijo el luxemburgués, según recogió Reuters.
Salvini: «Estamos preparados para pedir daños a quien desea el mal de Italia»
Respuesta del ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, ante los periodistas. Ojo al dato: "Buscad en Google ‘Juncker sobrio’ o ‘tambaleante’... Si vais a Google y escribís ‘Juncker sobrio’ o ‘tambaleante’ encontrareis imágenes bastante evidentes y a veces impresionantes".
Y ya, en un tono menos feroz: "¿Las palabras y amenazas de Juncker y otros burócratas europeos continúan haciendo subir la prima de riesgo con el objetivo de atacar al Gobierno y a la economía italiana? Estamos preparados para pedir daños a quien desea el mal de Italia", escribió Salvini en una publicación de la red social Twitter, recogen agencias.
La prima de riesgo italiana cerró ayer a 303 puntos básicos, cuando el pasado viernes rondaba los 240
El también viceprimer ministro Luigi Di Maio -M5S- acusó el lunes por su parte al comisario europeo de Asuntos Económicos Pierre Moscovici, de "hacer terrorismo en los mercados" financieros para perjudicar al Gobierno italiano.
La clave de los presupuestos es la elevación del déficit público al 2,4% del PIB en el trienio 2019-2021, cuando los objetivos que se habían pactado con Bruselas eran del 0,8% en 2019 y en 2020 y del 0,2% en 2021. Di Maio calificó de "prejuicios" las preocupaciones de la Comisión, que ha recordado que la deuda pública italiana rebasa el 130% del PIB.