22 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de la Persecución Religiosa: los cristianos son los más perseguidos
Nuevo caso de atentado contra los derechos humanos por parte del radicalismo islámico en Pakistán.
Dos hermanos cristianos fueron condenados a muerte, acusados de supuesta blasfemia. Se trata de Qaisar y Amoon Ayub, ambos ciudadanos de Lahore, arrestados en el año 2015, después de que uno de ellos fuera acusado de supuestamente estar en posesión de material ofensivo contra el islam en su sitio de internet. La noticia fue difundida por el Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement (CLASS), una organización inter-confesional que ofrece asesoramiento legal gratuito a las víctimas de la intolerancia religiosa en el país, recoge Asianews.
Qaisar está casado con Amina y tiene tres niños, en tanto que Amoon está casado con Huma, una docente de la Cathedral School de Lahore. Las acusaciones contra los dos hermanos se remontan a un hecho sucedido en el año 2011, pero los cristianos sostienen que el sitio de internet incriminado está desactivado desde, por lo menos, el 2009.
La organización CLASS, que defiende a los hermanos, ha anunciado que presentará un recurso de apelación ante la Alta Corte de Lahore lo antes posible
Desde el momento del arresto los dos hombres están presos en la cárcel de Jhelum. En el centro penitenciario -por motivos de seguridad- se llevó a cabo la lectura de la sentencia del juez distrital adjunto Javed Iqbal Bosal. La organización CLASS, que defiende a los hermanos, ha anunciado que presentará un recurso de apelación ante la Alta Corte de Lahore lo antes posible.
En el país, la acusación de blasfemia suele desencadenar una reacción violenta de los radicales islámicos, que impiden el funcionamiento de los tribunales y amenazan a los jueces. Nasir Saeed, el director de CLASS, afirma: "A causa de las amenazas de los fundamentalistas, los tribunales de las instancias inferiores pasan la responsabilidad a las Altas Cortes, y éstas emplean años antes de probar la inocencia del acusado. Es lo que hemos visto con el reciente caso de Asia Bibi".