- El Papa señaló que los náufragos "son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras, que buscaban una vida mejor, buscaban la felicidad".
- Según el cardenal Antonio María Vegliò, "la inmigración se ha convertido en la vía de escape de personas que huyen de las guerras y de las persecuciones".
- "Escapan del Estado Islámico o de las guerras africanas", explica y añade "que es de estúpidos decir que se vuelvan a sus países, pues allí los matan".
- Y, como el Papa, pide "intervenir ante esta carnicería".
El Papa Francisco se refirió al naufragio de una embarcación en la que viajaban entre cerca de 900 migrantes desde las costas de Libia hacia Italia, recogió Aciprensa. "Están llegando a estas horas noticias sobre una nueva tragedia en las aguas del Mediterráneo. Un barco lleno de migrantes naufragó a unos 60 kilómetros de la costa de Libia y se teme que haya cientos de víctimas. Expreso mi más profundo pesar ante esta tragedia y aseguro a los desaparecidos y a sus familias mi recuerdo en la oración". Francisco reiteró su pedido para que "la comunidad internacional reaccione con decisión y prontitud, para evitar que se repitan tragedias similares". El Papa señaló que los náufragos "son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras, que buscaban una vida mejor, buscaban la felicidad. Invito a orar primero en silencio y después todos juntos por estos hermanos y hermanas". Precisamente el Papa, al recibir en audiencia al Presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, pidió una solución y mayor implicación internacional. "Deseo expresar mi gratitud por el esfuerzo que Italia está realizando para acoger a numerosos inmigrantes que, arriesgando su vida, solicitan acogida", dijo al Presidente. "Es evidente -continuó- que las proporciones del fenómeno requieren una implicación mucho más amplia. No debemos cansarnos de solicitar un empeño más extenso a nivel europeo e internacional". Asimismo, en La Razón, el cardenal italiano Antonio Maria Vegliò, presidente del Pontificio Consejo para los Migrantes y los Itinerantes, también mostró su confianza en que Europa se movilice de una vez para que no se repitan más tragedias como ésta. «No podemos repetir los errores del pasado, cuando frente a auténticos genocidios la gente decía que no estaba informada de que se hubieran producido, pese a que los tenía delante. Es imposible no saber lo que está ocurriendo con los medios de comunicación actuales. Lo sabemos todos perfectamente». "El cristiano no sólo debe contar los muertos en el mar como si se tratara de una estadística, debe tener una voz profética para denunciar lo que sucede. Y hablar de justicia, de solidaridad, de misericordia fraterna, especialmente en situaciones como la actual en la que hay injusticias, falta de acogida y de fraternidad. Muchas veces no nos damos cuenta de la realidad que supone que, como ocurrió el domingo, mueran 900 inmigrantes. Cada uno de ellos era una persona. No son sólo datos. No debemos perder la sensibilidad, el cristiano debe combatir la mentalidad de convertir estas muertes en estadísticas", añadió. Aunque, como el Papa, proporcionó una de las claves del problema: "La inmigración se ha convertido en la vía de escape de personas que huyen de las guerras y de las persecuciones. Buena parte de quienes llegan a Italia provienen de Siria, Irak y Eritrea, países en guerra. Vienen de pueblos donde se los persigue, escapan del Estado Islámico o de las guerras africanas. Hay unos 30 lugares del mundo donde ahora mismo hay enfrentamientos armados. Es de estúpidos decir que se vuelvan a sus países, pues allí los matan".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com