Francisco José Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, en la Asamblea anual del Instituto de Empresa Familiar
Parece que a Gestamp le han salido caras las inversiones en su expansión, pues el beneficio neto ha caído un 35% en el primer trimestre, situándose en 40,7 millones de euros. Claro que no le queda otra opción, dada la incertidumbre del motor (sobre todo, regulatoria en España) y a la espera de vender X-Elio, de la que posee un 20%.
El grupo de diseño, desarrollo y fabricación de componentes metálicos para automóviles ha tenido un Ebitda de 248,7 millones (+7,8%). Por su parte, la cifra de negocio ha ascendido a 2.169 millones (+5,4%) por “la aceleración de nuevos proyectos”, mostrando una evolución “mejor que el mercado de producción de automóviles, que sigue siendo un auténtico reto”, según el CEO, Francisco López Peña.
En la puja por X-Elio ya se han caído tres interesados (Iberdrola, Orix y Repsol): solo quedan Macquarie y Brookfield
Gestamp tiene como principal accionista a Acek Desarrollo y Gestión Industrial (69,789%), sociedad de los hermanos Francisco José y Juan María Riberas, que son el presidente ejecutivo y el vicepresidente de Gestamp, respectivamente. "Algunas de las principales tendencias del sector, como la electrificación, beneficiarán también a Gestamp, ya que la reducción del peso de los componentes del automóvil será todavía más importante por el incremento de peso que suponen las baterías de los vehículos eléctricos", ha señalado Francisco Riberas. Al hilo de los accionistas, cabe destacar que en la Junta, aprobaron todos los acuerdos con un apoyo superior al 99%, aunque este respaldo se elevó al 100% en el relativo al dividendo complementario de 0,07 euros brutos por acción, que supondrá un reparto de 4029 millones y se sumará al ordinario de 0,065 euros.
Paralelamente, Gestamp está a la espera de que se resuelva la venta de X-Elio, compañía especializada en desarrollo, diseño, construcción, mantenimiento y operación de plantas fotovoltaicas, de la que posee un 20% (el 80% restante es del fondo estadounidense de capital riesgo KKR) por más de 1.000 millones. Hasta ahora, se han retirado de la puja Iberdrola, la japonesa Orix y Repsol, sólo quedan el fondo australiano Macquarie y la multinacional canadiense Brookfield.