- Según él, la banca española tiene un problema "estructural".
- Las fusiones que pretenden el Gobierno, el BCE y el BdE: Santander-Popular, Caixabank-Bankia y BBVA-Sabadell.
- Linde insiste: aún hay riesgos que amenazan la recuperación económica.
- Y ve factibles las previsiones del Gobierno para 2016.
- También está de acuerdo con el Ejecutivo en que, si se mantiene el ritmo actual, la tasa de paro estará en el entorno del 20% a finales de 2016.
Luis María Linde (
en la imagen) no ve "imposible" que se puedan producir "movimientos corporativos" en el sistema financiero español y europeo, en los próximos años. Pues claro: no sólo no las ve imposibles, sino que las está alentando, junto al ministro de Economía, Luis de Guindos.
Lo hemos explicado en
Hispanidad. A partir de ahora, los bancos tendrán que recapitalizarse de manera permanente con el fin de garantizar su solvencia.
Linde lo ha dicho este martes en la Comisión de Presupuestos del Congreso, a su manera. La banca tiene un problema de rentabilidad y se tendrá que enfrentar a una intensificación "muy fuerte" de la regulación. Por ello, es importante que se tomen "medidas de diverso alcance", ha señalado.
En otras palabras, la regulación exige bancos cada vez más grandes, con más capital, y el Banco Central Europeo, con Mario Dragui al frente, está presionando a España para que reduzca de seis grandes bancos, a tres. Las
fusiones pretendidas con
Santander-Popular, Caixabank-Bankia y BBVA-Sabadell.
Evidentemente, estamos hablando de
fusiones muy complejas que, además, en ningún caso van a solucionar los problemas a los que ha aludido
Linde. El gobernador parece haber olvidado la máxima bancaria que, llevada a este caso, podría ser: fusiona un banco poco rentable con otro poco rentable y tendrás tres problemas.
Por cierto, al BCE no le interesan las
fusiones entre bancos medianos, aunque es más que probable que se produzcan en los próximos años.
Más cosas de la comparecencia de
Linde: insiste, don Luis María, en que no hemos superado todavía "todos los factores de vulnerabilidad", a pesar de la mejora de la economía. "Las dudas sobre la continuidad en el esfuerzo de reequilibrio macroeconómico, fiscal y financiero podrían poner fin y llevar a retrocesos en el enderezamiento conseguido", ha señalado.
En cualquier caso, ve factibles las previsiones del Gobierno para 2016, esto es, que creceremos un 3,3% este año y un 3% el que viene que, con una inflación en el entorno del 1,1%, elevaría el PIB nominal un 4%.
Y también cree, como el Ejecutivo, que la tasa de paro rondará el 20% a finales de 2016 (el Ejecutivo prevé que sea del 19,7%).
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com