El bluf Sánchez ya no cuela en Europa
En agenda -eso que todos miran y nadie respeta- el Consejo Europeo que comienza el jueves 15 en Bruselas tiene por objeto la segunda oleada del virus, con una Europa cobardona, amedrentada ante el coronavirus y con síndrome de Estocolmo hacia los chinos, que fueron los que nos trajeron el Covid.
Naturalmente, nadie sabe cómo atajar el dichoso virus por lo que el pánico y la desazón van en aumento y la gente suspira porque el poder le encadene. El segundo punto de la agenda consiste en la presentación de los proyectos candidatos a ser financiados por el Fondo de Recuperación, con un Sánchez a quien ya son muchos los que han calado en Europa y todos coinciden en algo: es un bluf.
En Europa importa un bledo el autoritarismo sanchista o la cristofobia socio-podemita: lo que les importa es la inestabilidad política, de corte bolivariano
Ni tan siquiera sabe presentar proyectos para reindustrializar España cuando le están ofreciendo financiación para ello.
No, lo triste de este Consejo Europeo es que Bruselas amenaza a España con el MEDE. O sea, con la intervención pura y dura. ¿En qué consiste una intervención? En que Merkel y Macron decidirán, como a Grecia o Portugal, la política económica española, que pasará por un ajuste feroz, el que ningún político español -no sólo el Gobierno- se atreve a plantear, en un país envejecido y con un coste social (el escudo social de los majaderos podemitas) imposible de asumir.
En Europa quieren imponer que España disuelva su Estado del Bienestar… aunque sin decirlo así. Sí, la situación es así de grave.
Podemos preocupa en Bruselas, no por su republicanismo, sino porque nos lleva a una economía subvencionada… en el corazón de Eurolandia
Y la conclusión es que el dinero podría no llegar. Sobre todo, porque en el Consejo Europeo, y en especial en Alemania, ha cundido la idea de que ese desastre económico con patas que es Pedro Sánchez puede arrastrar a toda la Unión en su caída.
Entiéndanlo: a esta Europa decadente le importa un bledo el autoritarismo sanchista o la cristofobia socio-podemita: lo que le importa es la inestabilidad bolivariana de un Pedro Sánchez monitorizado por Pablo Iglesias.
Y Podemos preocupa en Bruselas, no por su republicanismo, sino porque nos lleva a una economía subvencionada… en el corazón de Eurolandia. Y los europeos no quieren convertirse en Venezuela, muchas gracias.
El prestigio bruselino de Nadia Calviño se diluye día a día: saben que no manda una higa
Sí, en Europa cunde la idea de que España debe ser intervenida, como tras la herencia económica que Zapatero dejó a Rajoy.
Y ojo, el prestigio bruselino de Nadia Calviño se diluye día a día: en Europa han descubierto que no manda un pepino en Moncloa. En España manda el trío: un narciso ególatra llamado Pedro Sánchez, una Carmen Calvo perdida en su aura ‘religiosa’ de corte feminista y guerracivilista, que no sabe lo que quiere y un Pablo iglesias que sí lo sabe: quiere la III República, tan cristófoba como la primera y que consolidaría su poder.
Sí, en el Consejo Europeo lo que realmente se va a discutir es si España debe ser intervenida. Y mucho me temo que a Pedro Sánchez tampoco le importa mucho la intervención: lo que le importa es que no la denominen así, sino de otra manera más dulce, para que él, aún con una España intervenida como colonia alemana del sur de Europa, pueda mantenerse en el sillón de Moncloa.
El resto poco le importa.