- Esta vez, ha sido el ministro de Finanzas, George Osborne.
- En España también ha recibido piropos… de un dirigente de Podemos.
- En todo caso, la filial de Reino Unido sigue siendo la que más aporta al beneficio del grupo.
El pasado 28 de julio, el primer ministro británico, David Cameron, eligió a
Ana Botín (
en la imagen) para que formara parte de su Business Advisory Group, esto es, del consejo de asesores empresariales. No es ninguna tontería. En este exclusivo 'club', de sólo 19 miembros, hay destacados directivos del país como, por ejemplo, Steve Varley, presidente de Ernst & Young, o los consejeros delgados de BP (Bob Dudley) o Rolls Royce (Warren East). Es, sin duda, un reconocimiento importante.
Ahora, sólo tres semanas después, el ministro de Finanzas,
George Osborne, ha vuelto a lanzar parabienes a la presidenta del Santander. "Su compromiso para apoyar a los pequeños negocios ayudó a fortalecer el sistema financiero británico y el resto de la economía, y eso es algo por lo que yo, personalmente, le estoy muy agradecido", ha manifestado en declaraciones a la revista
Vanity Fair.
Sin duda, unas palabras que vuelven a poner sobre la mesa la tentación de llevarse el
Santander a Londres. Posibilidad que
adelantó Hispanidad en enero de este año y que a Botín no le gustó, pero que ahora está en boca de todo el sector.
Y sí, es cierto que aquí, en España,
Botín también ha recibido piropos, pero por parte del secretario municipal de Podemos en Madrid, Jesús Montero. ¿Recuerdan? "Hay dos culturas empresariales. Una es casta, la otra quiere contribuir al bienestar social, como la familia
Botín en el
Banco Santander", afirmó en enero pasado. Luego, ante las críticas de los suyos, aseguró que sus palabras se habían sacado de contexto y que él no era amigo de los
Botín (como si serlo fuera algo terrible).
En cualquier caso, la filial del banco en Reino Unido sigue siendo la que más aporta al resultado del grupo. Hablamos del 21,3%, con un crecimiento del 33% -de enero a junio-, frente a Brasil (20,8%, con un 33% de crecimiento) y, sobre todo, frente al 15,9% que aporta la división española.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com