- S.M. Juan Carlos I y Felipe González convencen al expresidente de Telefónica de que necesitan a Janli.
- Por el bien de España. Y aun más: para que no desaparezca el PSOE.
- O mejor: para que Susana Díaz venza a Pedro Sánchez.
- En plata: para que El País y la Cadena SER sigan sosteniendo a los socialistas y cerrando el paso a los comunistas de Podemos.
- Eso sí, a Janli se le exige que venda Santillana antes del 30 de junio… aunque las ofertas le parezcan mínimas.
Juan Luis Cebrián ha vuelto a salvar su cargo de presidente de
PRISA en el tiempo de descuento. No olvidemos que iba a ser sustituido por
César Alierta, expresidente de Telefónica y
hoy consejero de la operadora, que se llevaba con él a Luis Velo, en calidad de consejero delegado.
La tesis de Alierta es que entre la operadora y los tres bancos acreedores (
Santander,
HSBC y
Caixabank), más el fondo
Amber (19%), poseen el 54% de Prisa. Amber en efecto es un fondo de francés de origen armenio
Joseph Oughourlian, que
en la última Junta de Accionistas recibió el visto bueno para ser consejero dominical. Un cargo que por cierto, también tiene el empresario qatarí
Khalid Bin Thani Bin Abdullah Al Thani, de International Media Group, que posee el 10% de Prisa.
Pero esa no es la cuestión por la que Alierta ha renunciado a su operación. La razón es que el rey emérito,
Juan Carlos I, y el expresidente
Felipe González le han pedido que desista. Necesitan a Janli por el bien de España, donde el
PSOE corre el riesgo de acabar como los socialistas franceses o griegos. Y si los
socialistas desaparecen, su lugar lo ocuparán los
comunistas de
Podemos.
Ojo, y si gana
Pedro Sánchez, lo mismo.
Por tanto, necesitan a Janli Cebrián al frente de una maquinaria de propaganda:
El País-Cadena SER, que lleve a
Susana Díaz al frente de la izquierda, de una izquierda aproximadamente moderada.
Eso sí, tanto los
bancos acreedores como
Telefónica están hasta el gorro de la gestión lamentable de Cebrián y hace unos meses
le dieron un ultimátum para que vendiera Santillana cuanto antes. Pero ahora le han puesto fecha a esos deberes: antes del 30 de junio,
Santillana debe ser vendida. Con ofertas buenas o malas, pero vendida.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com