- Tres valientes diputados provida (Lourdes Méndez, José Ignacio Azpiroz y Javier Puente) pueden votar no al 'mini-cambio' del permiso paterno, el próximo martes.
- La vicepresidenta evita dar su opinión, aunque hace tiempo dijo que es partidaria de la ley de 1985, y aburre con la perorata del "consenso".
- Mientras, el ministro Catalá se lía con la cuestión del derecho al aborto. Sí, es cierto que explícitamente no lo dice la ley, pero queda incluido en el derecho a la maternidad, así que sí lo ve como derecho.
- El presidente del Tribunal Constitucional tampoco se aclara: no resuelve el recurso por "responsabilidad y prudencia", pues puede hacerlo la alternancia política, pero lo hará "en cuanto sea posible".
Esta semana el tema del
aborto es uno de los más relevantes del candelero informativo, pues el próximo martes, el Congreso de los Diputados votará el
'mini-cambio' relativo al consentimiento paterno en el caso de menores. La atención se centrará, sobre todo, en las votaciones de los diputados del
PP, entre los que destacan algunos valientes provida (
Lourdes Méndez,
José Ignacio Azpiroz y
Javier Puente) que podrían dar su no a la 'mini-reforma'. Pero lo que está claro es que el Gobierno, el PP y el
Tribunal Constitucional (TC) no saben que lo más importante es la
vida humana ni defenderla.
Ante la posibilidad de que algunos diputados den su no, los 'populares' no han dudado en
burlarse de la Iglesia, manipulando las palabras del cardenal
Ricardo Blázquez. Pero no sólo eso, también han aludido a la disciplina de partido, han negado la libertad de voto e incluso han amenazado con sanciones a las voces discordantes.
El tema del aborto no gusta en el Gobierno, que una y otra vez insiste en la palabra
consenso. ¡Ya aburren! Así, sucedió
el pasado viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Una cita donde la vicepresidenta,
Soraya Sáenz de Santamaría, volvió a censurar las preguntas de
Hispanidad, pero no pudo evitar que saliera el tema del aborto. En concreto, fue el periódico La Razón el que se atrevió a preguntarle su opinión sobre si el aborto es un derecho, pero ella, ni corta ni perezosa, no respondió, sino que aburrió a los presentes con una perorata para decir que en ese tema lo más importante es el consenso. Pero se equivoca porque lo primordial es que hablamos de no acabar con vidas humanas
inocentes.
Claro que, aunque la 'vice' no respondió el pasado viernes, si lo hizo hace unos años, cuando respondió que era partidaria de la
ley socialista de 1985, es decir, de la ley de supuestos. Una frase que se ha arrepentido de haber pronunciado, por lo que ahora se cuida y mucho de repetirla.
Sin embargo, Sáenz de Santamaría no es la única que trata de evitar el tema del aborto. El ministro de Justicia,
Rafael Catalá, asumió la cartera de
Alberto Ruiz-Gallardón tras el fracaso de este y de su reforma, pero se quitó el asunto de encima y se lo pasó a Sanidad. Este lunes, en una entrevista en Onda Cero,
ha usado el leguaje del Nuevo Orden Mundial sobre el derecho al aborto, al señalar que "existe el derecho de las mujeres para tomar decisiones sobre su vida sexual, sobre su actividad reproductiva".
Pero Catalá se ha liado al remarcar que "no existe el derecho al aborto". Es cierto, señor ministro, explícitamente la ley vigente en esta materia (la
'ley Aído') no dice que el aborto sea un derecho, pero sí habla de "
derecho a la maternidad libremente decidida", donde se incluye el aborto. Además, al defender usted "el derecho de las mujeres para tomar decisiones sobre su vida sexual, sobre su actividad reproductiva", también está diciendo que tienen derecho al aborto. ¿En qué quedamos, Catalá?
Por si esto fuera poco, el ministro de Justicia se ha metido en otro jardín, respecto a la 'minirreforma', pues ha señalado que lo del permiso paterno "es lo que estaba en el
programa electoral del PP". Pero se equivoca, pues el
programa electoral del 2011 decía mucho más: "
Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del
derecho a la vida, así como de las menores". Además, afirmaba lo siguiente : "Prestaremos una especial atención a los
no nacidos". Parece que el ministro debe repasar bien todo lo que prometió su partido hace casi cuatro años.
Paralelamente, el presidente del TC,
Francisco Pérez de los Cobos, en una entrevista en ABC, tampoco se ha aclarado. Recuerden que el director general del Foro de la Familia,
Ignacio García-Juliá,
criticó, en declaraciones a Hispanidad, la incoherencia del PP y la actitud del Constitucional, pues desde que se presentara el recurso a la 'ley Aído' "se han dictado 1.029 sentencias", a pesar de que en aquel momento el Tribunal calificó el recurso de "prioritario, por estar en juego vidas humanas". Pero cinco años después no ha hecho nada.
Pérez de los Cobos ha dicho que el TC no ha resuelto el recurso "por responsabilidad institucional y por prudencia". Algo que es más que cuestionable. También ha aludido a la iniciativa legislativa del Grupo Popular y a que "muchos conflictos se resuelven mediante la alternancia política" para justificar el retraso del TC. Además se contradice, pues por un lado ha comentado que "el año 2015 es un
año electoral y está en la tradición del Tribunal durante un periodo electoral evitar pronunciarnos sobre temas que puedan interferir en el proceso electoral, y este, por su
sensibilidad social y política, desde luego es uno de ellos". Y por otro dice: "vamos a resolver el recurso "en cuanto sea posible".
Al final, lo de la viñeta de Forges. El aborto se está convertido en la
vergüenza del Gobierno Rajoy, siempre tan cobarde en los temas decisivos. Y, en este caso, además de ser la vergüenza del PP, es también su galimatías, verbal y conceptual.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com