- La única oferta firme ha sido la presentada por el fondo británico Bybrook Capital.
- Rothschild, asesor de Duro, presiona a los Entrecanales pero retrasan la decisión hasta 2018.
- El Santander insiste en el plazo dado (vence este mes) para no emprender acciones legales.
- Al problema de la refinanciación se ha sumado la deuda de otros 100 millones, vencida y aplazada.
Decíamos ayer que
Ángel del Valle tiene las horas contadas al frente de
Duro Felguera porque los bancos acreedores le consideran responsable del déficit de gestión. El plan de la banca, capitaneada por el
Santander, es más amplio e incluye también el desembarco de un
socio industrial. De momento, sólo ha presentado una oferta el fondo británico
Bybrook Capital.
Tiene sentido recordarlo tras la avanzadilla confirmatoria de
Acciona, que sí, le interesa la ingeniería, pero, como ya señalábamos en esa misma información, retrasará su oferta hasta principios de 2018, mientras analiza la empresa.
Los retrasos tienen un precio, en la medida que
pronostican una valoración a la baja, pero a eso se añade, en el caso de Duro Felguera, el adecuado manejo de los tiempos.
Es uno de los motivos por los que la ingeniería mantiene todos los contactos para encontrar ese socio.
Necesita acelerar el proceso porque se resiente su negocio, además de la cotización.
En el proceso juegan las dos partes: el banco que asesora a Duro,
Rothschild, el que más presiona a Acciona porque que ve los intereses comunes, aunque los
Entrecanales se lo piensan, y los
bancos acreedores, que no dan en el brazo a torcer ante las condiciones de entrada de los que se acercan. El Santander capitanea el proceso porque es el que más puede perder: tiene el 54% del riesgo con un pasivo de 250 millones.
Bybrook Capital exige una
participación del 51% (como mínimo) a cambio de una
inyección de capital de entre 80 y 100 millones y un plan de recapitalización (su aportación no cubre todo el dinero necesario).
También se ha reunido con los acreedores, pero éstos siguen en sus trece respecto al plazo dado a Duro Felguera para
reestructurar la deuda. Ese plazo termina a finales de este mes y la banca cree que hay motivos para poner en cuestión que Duro sea viable. Hasta entonces no emprenderán
acciones legales para exigir los pagos, mientras la empresa queda obligada a maniobrar.
Además, a la deuda se han unido otros 100 millones de vencida y aplazada.
Rafael Esparza