Alejandro Amenábar regresa, seis años después del estreno de Ágora, con espíritu crítico; no sólo vuelve a arremeter contra la religión (que él entiende siempre como fanatismo) sino también contra algunas técnicas psiquiátricas que fracasaron en los años 80 como la que da título a la película:  Regresión. Según ha manifestado el cineasta español, con Regresión quería recuperar el espíritu de clásicos de suspense de los años 60 y 70 relativos a sectas satánicas como La semilla del diablo o El exorcista. Pero, Amenábar lo aborda mediante el razonamiento simplón de que cualquier creyente es, en potencia, un fanático, un crédulo capaz de caer en la sugestión y perder el discernimiento. Minnesota, 1990. Una joven de 17 años se refugia en la Iglesia evangélica a la que pertenece y denuncia a su padre por abusos sexuales ante el reverendo. Una vez detenido su progenitor, éste se declara culpable a pesar de que afirma que no recuerda los hechos de los que le acusa su hija. Este "olvido" conduce a que el responsable del departamento de policía de la localidad decida no sólo encargar la investigación al detective más cualificado (Bruce Kenner) sino, también, pedir consejo a un psicólogo, el Dr. Raynes,  para que trabaje con técnicas de "regresión" con el acusado, y su familia, para revivir esos recuerdos reprimidos. Este desagradable caso pronto desembocará por vericuetos conspiratorios  que envolverán a todos aquellos involucrados. En Regresión  el realizador  utiliza  elementos efectistas propios del género del thriller de terror que le funcionan durante la primera hora pero que se descubren demasiado tramposos;  es decir presenta, en ocasiones, como real lo que es onírico y opta por mostrar  una fisonomía dantesca de personajes, como la abuela de la  chica. Igualmente, para dar un toque más claustrofóbico y obsesivo de esa sociedad capaz de creer en cualquier cosa, toda la película se filmó a la luz del atardecer, lo que dota de una atmósfera gris a todo el desarrollo del filme. En la conocida obra de Clive Lewis "Cartas del diablo a su sobrino" el demonio Escrutopo le venía a decir a su joven pariente que ellos triunfarían cuando los hombres empezarán a negar la existencia de un ser maligno personal y hablarán del Mal como fuerza. En eso estamos con películas como Regresión Para: Los que quieran comprobar que Amenábar sigue fiel a sus obsesiones en su trayectoria   Juana Samanes