Este acertado largometraje, del director italiano Nanni Moretti, nos muestra un trozo extraído de la vida real, con sus grandezas y sus penurias. Se trata de su película más autobiográfica basada en su progenitora, Agata Apicella, fallecida durante la filmación de su ingeniosa comedia Habemus Papam. Una directora de cine, en pleno rodaje de un largometraje, vive en crisis puesto que debe afrontar, al mismo tiempo, la grave enfermedad de su madre, su inestable relación de pareja y la rebeldía de su hija adolescente…Por si todo esto no fuera suficiente, la estrella americana, que ha contratado para su filme, no deja de provocar conflictos… Mia madre no sólo hace hincapié en que las mujeres, cuando hay dificultades  familiares,  deben convertirse en verdaderas "superwomen"  para compaginar el trabajo (fuera y dentro de casa) y el cuidado que suponen ancianos y niños, sino que, sobre todo, pone el dedo en la llaga en la impotencia que se siente cuando se asiste a los últimos días de vida de un ser querido. Mia madre, de ritmo bastante sosegado (esto puede ser el mayor hándicap de la película para los espectadores jóvenes), sabe describir con total realismo las contradictorias emociones que embargan a cualquier ser humano en momentos claves de su existencia pero también incorpora, como es propio del cine de Moretti, algunas dosis de humor, aquí propiciadas por el irritante actor americano que llega a Italia para volver locos a la directora y su equipo… Nanni Moretti eligió, para interpretar a su alter ego en esta película, a la excelente  actriz Margherita Buy que está insuperable en su cometido; de hecho, gracias a su expresiva interpretación, y a la buena composición de su personaje, es difícil no conmoverse con lo que contemplamos en pantalla. Aunque, por encima de todo, Mia madre es un claro homenaje a su madre fallecida. Para: Los que les gusten los dramas humanos aunque tenga un ritmo "europeo" Juana Samanes