Asesinan a un transeúnte, a dos policías y antes, al parecer, a uno que pasaba por allí en Lieja. La Fiscalía belga ha calificado el ultimo atentado, perpetrado al grito de "Alá es grande", como un acto de terrorismo. La Fiscalía no es tonta. Ve una colilla y dice: aquí han ‘fumao’.

Y lo es, sin duda. Pero, además, el chico une a ello cierta tendencia hacia los narcóticos -habitual en el islam- y, de postre, se trataba de un personaje ligeramente desesperado.

Al grito de "Alá es grande", el hombre de Lieja asesinó a tres personas, pero la noche anterior había liquidado a un cuarto

Es el nuevo terrorista: no necesita el Corán para radicalizarse y embrutecerse. Le basta con los narcóticos… o con la desesperanza, que no está penada por la ley pero sí por la vida.

Yihadismo, drogadicción, desesperación… No es lo mismo pero está en los mismos. A lo mejor, nos encontramos frente a un nuevo tipo de terrorismo, no ideológico sino de corte nihilista… que no deja de ser una ideología feroz, alienante, trágica y homicida.